entre libros (libre)

Habia llegado la época de estudios de idiomas en su instituto, muchos alumnos se pedían becas de idiomas y viajaban a otros paises para perfeccionarlo o aprenderlos, en su caso no es que le interesara mucho alguno en particular, pero habia encontrado un motivo más importante para coger una de esas becas, la pidió a Nueva York, practicaría inglés y estaría cerca de la famosa y gran biblioteca donde, había oido, podría encontrar cualquier cosa que se propusiera, sus archivos eran inmensos y la sabiduría allí acumulada le vendría bien para su investigación personal.

Tras un examen, le concedieron la beca, estaría diez días en N.Y, en una residencia con otros estudiantes y teniendo clases todas las mañanas, pero las tardes las tenía libres, asi que se buscó un pequeño empleo para ganar algo de dinero y ya de paso tener escusa para salir por las tardes, alguna de ellas se acercaría a la Biblioteca, como ocurria esta tarde.

Se acercó a la biblioteca pidiendo permiso para ver unos archivos antiguos para una tesis comparativa ya que estudiante de intercambio y parece que funcionó porque le dejaron sin ponerle pega alguna. La sala en la que se encontraba olia a polvo, tenía poca iluminación y todo allí parecia tan antiguo que si lo tocaba con fuerza se rompería... asi que sería cuidadoso... buscaba información sobre posibles criaturas a parte de las humanas en el mundo.

- me estoy volviendo paranoico... *estaba sólo y en silencio y no habia mucha luz.. odiaba la oscuridad... creía oir cosas y ver cosas donde seguramente no habría nada* a ver... ¿por donde debería empezar? *miraba todos los documentos intentando decidirse*

En silencio se deslizaba por entre las estanterías. Su investigación tenía un sentido más personal que profesional. En sus manos sontenía un libro sobre la Revolución Rusa. Pasaba en silencio las hojas deteniéndose cuando encontraba una fotografía para revisar su contenido

Sus dedos marcaron una página cuando sus ojos se posaron en una de las imágenes. Viejos retratos en sepia de la familia imperial rusa. El matrimonio, las dulces y preciosas niñas y su pequeño hijo, posando inocentemente sin saber que semanas después sus cuerpos serían arrojados a alguna fosa y cubiertos de nieve.

Imágenes de ciudadanos atacando las puertas doradas que daban acceso al palacio zarista, antorchas encendidas dando luminosidad a la truculenta escena nocturna. Su mirada se detuvo en el rostro de una mujer, cabello largo y negro recogido y ojos violáceos. Aparte de las bellas facciones, nada más llamaría la atención. Vestía unas ropas acordes con la época y no desentonaba en el conjunto

A menos que pusieras al lado otra imagen, un cuadro realizado al menos 200 años antes de una mujer anónima. Las mismos rasgos se contemplarían y los mismos ojos devolviendo la mirada al espectador

Sus dedos tomaron ambas páginas y se oyó un muy ligero sonido de rasgado. Tenía que hacer desaparecer esos retratos antes de que alguien los viera

No era capaz de decidirse por donde empezar, al fin de cuentas, los libros no eran lo suyo y tenerse que poner a leerlos e investigar no le agradaba mucho, pero debía hacerlo por sí mismo... y por sus padres.

Lo único con lo que guiarse era por una fecha de la cual no podía confiar del todo: el siglo XV, se supone que la novela de Drácula fue escrita en el XIX, pero hacía referencia a un personaje real del siglo XV, tal vez la leyenda en su entorno o demás mitos que pudieran surgir a posteriori le ayudarían a entender algunas cosas... Lo único que pudo leer antes de que alguien le quitara el papel, era que habia más criaturas, especialmente vampiros y hombre lobo, lo cual siempre era fantasia y buen tema para un best-seller... pero algo le decí que investigase sobre ello.

Subió por una escalera movil para llegar a los archivos de finales delXIV y principios del XV a ver si encontraba algo, cuando le pareció escuchar un ruido, un ligero sonido que él conocía muy bien: una hoja rasgándose... miró a todas partes, pero la luz escasa del lugar no ayudaba, y de todos modos se supone que debía estar solo en ese lugar.

- ah... *suspiró* me estoy volviendo idiota... imaginarme cosas... ¿hay alguien pro ahí? *preguntó sin mucha gana* esto sólo ocurre en peliculas de miedo... vaya frase más tópica... ey! ya vale con el monólogo... *dejó de hablar en alto para coger los libros de la estanteria*

.....´¿hay alguien por ahi?´.....

Se echó para atrás para ocultarse detrás de la estantería. Había estado tan distraído buscando aquellas páginas que no había notado la presencia y el olor de una persona en la biblioteca si no hasta que había hablado

Maldijo entre dientes al ver que solo había podido arrancar una de las dos imágenes que pretendía obtener. Las hojas estaban demasiado viejas y arrugadas para hacerlo sin ruido, volvió a tomar el libro y le arrebató la página que restaba, causando un nuevo sonido de desgarro.

Iba a caminar hacia la puerta pero debía pasar cerca del lugar de donde había llegado la voz. Se aproximó a unas escaleras y trepó agilmente por ellas. Arriba en el techo había un tragaluz. Si podía llegar hasta él equilibrándose sobre las altas estanterías podría salir a través del hueco

Fue a coger el libro, pero parecía que algunos habian sido movidos y cambiados de orden, muchas veces le reprochaban que fuera un caos de persona y un desordenado, sin embargo aquella biblioteca tan famosa tenia problemas a la hora de ordenar los libros, subió un poco más hasta el estante superior para coger el libro que deseaba cuando escuchó de nuevo otra hoja rasgarse, ya no podía ser su imaginación, debía haber alguien por allí... alguien que tampoco amara muchos los libros para estarlos rompiendo... pero aun así habia alguien que parecía no querer dar la cara.

- vale... sé que hay alguien, si no te quieres mostrar tu mismo, pero no rompas mas libros y los dejes a la vista o me echarán la culpa a mí, vale? *dijo esperando que al menos si rompía un libro lo dejara escondido o en su sitio y así no le culparan, aquellos archivos eran antiguos y seguro de gran valor*

Cogió por fin el libro del siglo XV, pesaba y tenía algo de polvo, fue a bajarse de la escalera cuando le pareció ver algo trepar por el lugar, de la impresión el libro se le calló al suelo haciendo un gran estruendo y se quedó mirando intentando ver mejor.

El repentino ruido de hojas cayendo al suelo con estruendo lo sorprendió, se soltó de su agarre en uno de los estantes más altos y aterrizó como un gato sobre sus cuatro patas, de vuelta en el suelo

Entrecerró sus ojos, que habían adoptado un color carmesí y se escurrió entre las filas de libros cerca de donde había escuchado el sonido. ¿Sería prudente acercarse?

Los libros aún seguían encima de la mesa, ¿debería escucharle y regresarlos a su lugar?

Si lo distraía podría devolverlos a su sitio sin que se enteraran de cúales habían perdido contenido.

"No era mi intención asustarte...." asomó finalmente de entre las estanterías y levantó el libro tirado en el suelo.

Se quedó quieto esperando que su vista le estuviera jugando una mala pasada, no conocía leyendas urbanas sobre monstruos en bibliotecas o algo similar, pero al parpadear ese algo desapareció y lo siguiente que escuchó fue la voz serena de un hombre, al cual vió al rato, parece que andaba también entre los libros.

- am... yo... *se bajó de la escalera pensando que todo habia sido producto de su imaginación* me descuidé un momento y todos los libros terminaron por el suelo... tan poca luz me hace ver cosas que no son posibles... *le ayuda a recoger los libros*

Echó un vistazo a ese hombre... no parecía ser de los que trabajaran en la biblioteca, ni tampoco un estudiante, vestía de forma correcta... le llamaba un poco la curiosidad, pero no era asunto suyo.

"¿Cosas que no son posibles?..." bajó la vista y sonrió divertido al leer el título del libro, que mostraba un dibujo bastante ´aterrador´ de lobos, murciélagos y otras criaturas de leyendas y pesadillas

"¿Interesado por los misterios de lo sobrenatural?...no es un tema muy popular y menos entre los jóvenes..."

Por lo que había visto de los tiernos adolescentes de aquella era. Música, citas, alcohol, sexo...mil y un asuntos mundanos, arriesgados o prohibidos. Pero en ninguno de ellos encajaban las conversaciones sobre demonios o brujas. De siglos de superstición se habían pasado a los años de la incredulidad científica

Le devolvió el libro "¿estudiante escribiendo alguna tesis?"

Era el único argumento que se le ocurría en el momento que eplicara la elección de aquellos libros

Lo miró unos instantes sopesando que contestarle sin resultar algo rudo, siempre le decían que no sabía hablar con respeto a los demás. Colocó los libros en la mesa mirándolos.

- hai, eso es lo que hago, me pedí la beca para venir a esta biblioteca *lo mira unos instantes* mi trabajo es sobre la influencia de mitos y leyendas en la superstición de la sociedad, comparativas del pasado y el presente *se le habia ocurrido sobre la marcha, pero parecía haber quedado bien* sé que no es algo normal, los jóvenes de hoy en día damos una imagen... más... transgresora que supersticiosa, pero los estudios, son los estudios o eso se supone *no iba a decirle el auténtico motivo tras su investigación*

La pregunta que tenía él en mente, era cuál podría ser el motivo de que ese hombre estuviera allí, le pegaba más en una oficina, un bufete de abogados o algo más serio...

- persone si le molesté... espero no haber interrumpido su lectura

"Oh, no...no me interrumpiste...esta biblioteca guarda unos archivos que estuvieron en mi familia y tenía intención de buscarlos para recuperarlos y este es el único momento del día en que puedo venir..."

Parcialmente cierto, los retratos eran de su madre, pero no podía explicarle eso a los encargados de la biblioteca. Su única opción era llevárselos a escondidas

"Es admirable dedicar tanto tiempo y preocupación a tus estudios..." se apoyó grácilmente en la barandilla y lo miró con interés "¿y puedo preguntar si has encontrado algo de utilidad?"

Su mirada fue hacia los libros. Algunos tenían puntos de verdad en sus conclusiones pero otros eran increiblemente fantasiosos sobre el terrorífico aspecto de las criaturas descritas, producto del temor que inspiraban y que había cambiado y deformado las historias hasta crear infinitas versiones y apariencia diferentes

Le escuchó con atención, aquello que deía le parecía mucho más creible, era razonable que algunos libros que se ofrecían por donaciones fueran de grandes familias y aquel hombre parecía alguien importante, por eso su imagen no le encajaba en aquel sitio.

- acababa de llegar y me iba a poner a ello, no he tenido la oportunidad de ponerme a leer los libros en profundidad... pero seguro que encuentro algo de utilidad... sé que en muchas ocasiones se exagera o se inventan cosas... pero bueno... algo de real ha de tener, ¿no cree? *le miró, sabía que todos los humanos no creían en estas cosas, pero curiosamente todos tenían una fe religiosa...*

Miró los libros que estaban cerca del hombre, aquellos que no eran suyos, parecían ser de historia, una asignatura que no se le daba bien asi que no les prestó atención y miró los suyos... algunos parecían mas serios que otros por las portadas, pero hasta que no los leyera no podría juzgarlos.

"Elementos de verdad pueden contener...hay quien cree que la fe puede obrar milagros y también crear dioses y monstruos...en mi opinión el punto válido es cuanto de verdad cree que existe la persona que los lee..."

Observó entre unos y otros y levantó uno de ellos, con el dibujo color rojo de un murciélago y el título escrito a imitación de sangre goteando. Drácula

"¿Sabías que su autor nunca estuvo en Rumanía?...o en Valaquia, de donde procedía este príncipe...y a decir verdad parte del pueblo de su país le consideraba un heroe...porque detuvo las invasiones sobre su tierra y la expansión del reino otomano, que los cristianos europeos veían como una terrible amenaza...incluso la palabra Drácula no significa vampiro sino ´hijo del dragón´..."

Se sentó de forma informal en la silla más cercana escuchandole y viendo el resto de portadas, le resultaba estraño estar hablando con un adulto, normalmente no se llevaba muy bien con los adultos y cuando hablaban no se los tomaba muy en serio, pero este tema le interesaba, asi que prestó atención.

- algo sí que conozco, lo poco que pude leer en los libros de la biblioteca de mi instituto... *pensativo miraba la portada del libro que sostenia aquel hombre, si era cierto al final que todas aquellas criaturas existian... tendría que hacerse a la idea de posibles cosas* ¿usted que opina de todo esto? simplemente le pido opinión, nada más... *quería evitar que le diera una respuesta más etérea en lugar de mojarse y contestarle algo*

Suspiró pesadamente intentando hacer hueco en su cabeza para aquello, no como temas de lectura o superstición, sino como algo real y palpable en su tiempo, en su mundo, en su día a día... tenía demasiadas cosas pasándole por la cabeza, pero las esquivó para mirar a aquel hombre, esperando su respuesta.

"Que las leyendas tienen una base de verdad...eso es lo que creo...y que hay que prescindir de la opinión de otros para buscar las certezas uno mismo...la gente hubiera creído esta versión si no se hubieran alzados voces en protesta de que solo fuera una inspiración, una deformación de datos de una persona real adornándolos con imaginería ficticia..."

Abandonó el libro en favor de otro con la foto de un hombre transformándose en lobo

"Depende de las respuestas que busques...¿qué quieres saber?...¿reunir datos para componer un trabajo que entregarás a tus profesores o satisfacer una curiosidad personal?...si es lo primero, basta estos textos, si es lo segundo puede que la realidad no la encuentres entre las páginas de un libro...si no en una criatura que puedas escuchar y tocar..."

Escuchó su explicación, en cierto modo él también pensaba que todos esos mitos debían de surgir de algo, no de la nada, asi que alguna base real deberían de tener, aunque luego todo se malinterpretase, pero siempre quedaba la duda en el aire, algunos creían en ello y eran denominados ilusos, los que no creían en eso, eran los cuerdos y las personas serias y maduras... tonterías en su opinión, cada cual podría pensar lo que quisiera.

Vió el siguiente que cogió, ahora pasaron de Vampiros a Licántropos... otra criatura que también daba mucho de qué hablar, pero cuando las palabras del hombre tocaron el boton del sentido de la investigación, su rostro no pudo ocultar las autenticas razones de que investigara aquello, sin embargo mentiría.

- es sólo un trabajo... pero ya sabe que el ser humano es curioso por naturaleza y después de leer tanto siempre entran dudas de lo que puede o no ser real *lo miró y apartó la vista tratando de calmarse y ver aquel libro sobre Licanos*

"Por supuesto, la insaciable necesidad humana por el saber...aunque hay que tener cuidado con ella...también tienen algo de verdad las advertencias de que la curiosidad mata al gato..."

Había empezado a ojear el libro y a su rostro asomó un mohín de desagrado antes de dejarlo de vuelta donde lo había toado. Podía parecer que iba dirigido a las exageraciones que estaban escritas pero era una molestia de carácter más personal. Decir que la mayoría de su especie y la de las bolas de pelo se odiaban sería un concepto demasiado suave

Sus escasos encuentros con aquellos otros seres sobrenaturales no terminaban de manera amistosa por lo que su tolerancia hacia ellos era más bien escasa

"Ah, ¿y qué harías si descubrieras que hay realidad en tus investigaciones?...¿las abandonarías o continuarías?"

Aquel hombre puso un gesto de desagrado, parece que alguno de los dibujos no eran muy buenos o que simplemente la tematica del libro no era de sus preferidas, no quiso preguntar, pues como habia dicho, la curiosidad puede ser muy peligrosa en ocasiones.

- uh? *lo miró sin comprender, no entendía su pregunta, contesto de forma sincera* continuaría *la verdad es que si aquello fuera cirerto seguiría adelante* ¿por? *no llegaba a comprender la finalidad de aquella pregunta, a veces los adultos eran demasiado complicados*

Se puso en pie y miró todos los libros, desechó lso que no le parecían muy serios y se quedó con tres, esos los leería con calma o si podia los sacaría de allí, así tendría mas tranquilidad y más tiempo, además la oscuridad del lugar le daba mala espina. Miró de nuevo los libros de aquel tipo.

- y los libros de su familia... ¿de qué tratan si puedo saber? supongo que no serán como los que yo leo ahora y esos... *los señala con un movimiento de cabeza* parecen de historia...¿ alguien en su familia es escritor?

"No...aunque si tuvieron conocimiento personal con algunos escritores..."

Un recuerdo le hizo sonreir con una ligera curvación perversa en sus labios. Su hermana había asegurado que la sangre de Dostoievski no era en absoluto tan pesada como las novelas que relataba

"Eran recuerdos de mi madre...solo tomaría las partes que hablaban de ella...también le gustaban las viejas leyendas e historias...pero en su caso le hacían reir..." su mirada había seguido al chiquillo mientras caminaba escogiendo libros "decía que si alguna vez conocía a alguien que se viera fascinado por viejos mitos de poder le haría partícipe del mayor secreto que había tenido el privilegio de guardar..."

Y aquello le había costado posiblemente su inmortal vida

Subido en la escalera colocaba aquellos libros que no iba a leer, estando en lo alto de la escalera escuchaba con atención a aquel hombre hasta que escuchó lo último... era curioso como ya habia quedado claro durante la conversación con aquel hombre, sabía del peligro de la curiosidad pero aquel secreto se le hacía muy apetecible, no sabia como debía contestarle, se tomó un rato, pensando para sí mientras bajaba lentamente de la escalera.

- si vuestra madre supiera algo que me ayudara en mi trabajo me encantaría saberlo... seguro que eso no se encuentra en libros *sonrió tratando de disimular sus ganas de saber más, realmente aquello era muy importante, necesitaba saber tanto como pudiera* en fin... no importa... *queria hacer como que le quitaba importancia a ello*

Miró los libros acariciandolos con sus manos, tratando de intentar comprender algo solo con el tacto, pero al llevar los mitone spoco sentía.

"Te aseguro que no...lo que ella sabía no aparece en esos libros..."

Mientras bajaba no habría podido apreciar el brillo de interés predador que iluminó sus ojos dorados. ¿Quizá debiera proporcionar al niño algo de material para su trabajo?

"Ella por desgracia no se encuentra entre nosotros..."

Y para alivio de sus víctimas, si el había sido un peligroso depredador en su juventud, ella había sido prácticamente una asesina nata, perfeccionando unas técnicas de tortura que aseguraba eran herencia de cosacos y las tribus descendientes de Gengis Khan

"Pero me contó algunos pequeños misterios...si tienes interés en oírlos"

Estaba absorto en sus pensamientos mirando las portadas de los libros, cuando escuchó la noticia de la madre de aquel tipo, se volteó a mirarlo con gesto sereno y serio, así como respetuoso.

- lamento que... *lo mira abriendo los ojos* ¿cómo dice? am... lamento la pérdida de su madre... am... ¿usted estaría de acuerdo en contarme? es decir... fue un legado de su madre, contarselo a cualquiera no... igual no es lo mejor... *estaba tratando de reprimir sus ansias por saberlo*

Lo miró quieto en el sitio olvidandose por completo donde estaba, se habia olvidado de los libros que reposaban en la mesa, se habia olvidado de la poca luz y la oscuridad que le rodeaba, y tambien habia olvidado que estab en la biblioteca y no debía levantar mucho la voz, pero la emoción le traicionaba un poco.

Si conocía algo de esos secretos, sería una oportunidad única, quería, necesitaba saberlo.

"Antes necesito una promesa..." se acercó, colocándose a la luz para que pudiera verle aproximarse. No beneficiaría si lo asustaba y escapaba y contaba a alguien ese encuentro

Apoyó un dedo en su barbilla y levantó su rostro mirándolo fija y profundamente. Sus ojos que habían sido de reflejos tranquilos castaños y dorados se endurecieron a un tono ambarino

"Lo que cuente no abandonará tus labios. No puedes decirle a nadie quién te lo explicó ni mencionar fuentes, porque es un secreto que aceptó contarte, pero no puede llegar a otros oídos su origen. Usalo como experiencia, pero únicamente personal. No tomaré amablemente si descubro que alguien más se acerca a mi porque sepa mi nombre a través de tus palabras..."

Vió como se acercaba, no le gustaba que la gente estuviera tan próxima a él, le ponía nervioso, pero sabia defenderse, asi que en caso de que tuviera que protegerse lo haría. Le escuchó con atención, sin perder una palabra de lo que le decía, mirando esos ojos... algo le ponía la piel de gallina, no sabía el qué, pero algo le mandaba estar alerta...

- lo que me diga me lo quedaré para mí, pero le recuerdo que ni siquiera sé su nombre, no nos hemos presentado, asi que no debe preocuparse por ello... *estaba sereno y concentrado por si pasaba algo* si desea decirmelo hagalo por propia voluntad, yo no diré nada. *se calló esperando a ver que iba a ocurrir*

Respiraba intentando mantener un pulso tranquilo, estando alerta de todos sus movimientos, pendiente de todo, y esperando con ansias para saber qué le diría.

"Nikolai...mi nombre es Nikolai..." dijo pues tarde o temprano su nombre podría aparecer en la historia "existen dos versiones, pequeña criatura. La que los cientificos y los hombres de razón se explican y la que los hombres temen en su corazón. Porfiria, rabia...nombres de enfermedades que durante siglos se han relacionado con los mitos de vampiros, demonios y hombres lobo"

Se había sentado a un lado de él, en una postura relajada que no expresaba amenaza. No tenía intención de atacar, quería saber si le creería o no

"Y otra oculta realidad. La de una plaga con forma humana. No me preguntes el origen. Mi madre me explicó que posiblemente había surgido con el mismo primer hombre, le divertía pensar que en la misma tradición de Caín y Abel. Que disfrutaban mirando cruces, porque existiendo desde antes que la cruz tuviera significado para los cristianos ¿por qué deberían tenerles miedo?. Que pueden engañar a los humanos presentándose bajo formas encantadoras. Que los licántropos eran conscientes durante sus transformaciones...en esa opinión diferiamos, ella aseguraba que son seres inteligentes, poseídos de la naturaleza de su forma animal, pero que en ella esta su seducción, en esa agresividad. Ciertamente los vampiros eran la atracción elegante envuelta en sedas en el centro de un baile y ellos son el peligro que acecha en las sombras de los bosques...que en contadas ocasiones intervienen en la historia humana, entreteniendose en sus tragedias. ¿Fidelidad?...tienen forma humana y la búsqueda de placer es un rasgo humano...pero no puede negarse que hay algunos que son fieles, aunque quizá por razones distintas a las vuestras..."

Estiró sus largos dedos y le peinó un mechón de cabello

"Nacen y se hacen...aunque parezca irónico que un vientre que los humanos considerán muerto pueda traer al mundo un nuevo ser...pero esos hijos estan en un estado de no-muerte igual que ellos, creciendo a un ritmo extremadamente lento hasta que su crecimiento se detiene por completo...los pequeños impuros en el instante de su creación..."

Sus labios sonrieron en un gesto de divertida pero inofensiva malicia "los puros cuando alcanzan un cierto grado de madurez...yo hace siglos que deje de envejecer..."

Escuchó su nombre y sentado a su lado continuó escuchando su relato, aquel supuesto secreto que su madre le había transmitido y que le sería de utilidad, pero él no se sentía con la obligacion de dar a conocer su identidad, asi que en silenció decidió prestarle atención.

Era como una historia, un relato sobre criaturas fantasticas, o eso se decía en el entorno en el que vivía, sobre hombres lobo y sobre vampiros... tenía cierto toque de gracia cómo lo contaba y como se veía la ignorancia absurda de los humanos ante esas cosas, sin embargo en un punto de su narración dijo: "aunque quizá por razones distintas a las vuestras..." había usado un plural en el que no se sentía incluído, de modo que supuso que a sí mismo no se consideraba humano. Siguió escuchándole con atención hasta que escuchó como ponía punto final a su narración, si le creía entonces significaría que las criaturas existían y que el hombre delante de él era un vampiro, además eso explicaría esa extraña visión que vió antes, puede que fuera ese hombre el que estaba trepando en la penumbra de la Biblioteca hacía unos minutos.

Se quedó en silencio mirando a las estanterias llenas de libros, ya le había mirado durante un buen rato a los ojos, ni estos ni su cara parecían dar muestras de alguna mentira... ¿se supone que aquello era cierto? esa era la pregunta que rondaba su cabeza, normalmente cualquier persona no le creería, incluso pensaria que estaba bromeando o divirtiendose al tratar de engañarlo, pero sentía la necesidad de creerle, tal vez así podría explicar cosas que nadie le habia querido decir antes.

- supongamos que le creo... *lo mira, hablaba con voz suave, aun estaba dandole vueltas* se supone que los humanos no creemos en esas cosas y que tanto licantropos como vampiros tratais de pasar desapercibidos... *se silencia un rato* ¿por qué me lo cuenta entonces?