Tomando aire (libre)

Apretaba entre sus dedos un papel, sus blancas y largas falanges estrujandolo hasta dejarlo hecho un gurruño y botarlo a una papelera situada en una esquina de la plaza depués de quemarlo, arrojarlo al suelo y pisotearlo hasta que solo quedaron pequeños restos que habia recogido y echado en el depósito de desperdicios

Todo había sido perfecto, pero debería haber previsto desde la primera sonrisa forzada que no iba a terminar bien. Lo que había comenzado como una educada conversación había terminado como un concurso de gritos. Habían vencido, pero a costa de concesiones que no había planeado tendría que ofrecer

Su mirada paseó por la desierta plaza y se detuvo en un joven humano al otro lado de la plaza, lo sabia por su olor incluso a distancia, sonrió elevando una de sus comisuras. Quizá la noche no estuviera del todo perdida.

Se deslizó entre las sombras y se detuvo a un lado de él, casi pareciendo que se había materializado del aire

"Bueas noches"

Una sonrisa interna se dibujó en su mente. Al parecer lo había asustado o puesto en alerta al aparecer de repente cerca de él. Debía ser prudente cuando se aproximaba a los humanos, sobre todo a los que podían tener naturalezas desconfiadas. Estropearía grandemente el juego si los hacía escapar, aunque la persecución tenía la virtud de hacer la sangre bebida latir veloz en sus venas con la excitación de una cacería

Pero no había podido resistirse a la tentación de dejarlo preguntándose justo quién o qué era lo que se había aproximado

"Es peligroso este lugar por la noche..." con elegancia se apoyó en la pared y cruzó los brazos "¿vino solo?"

La pregunta no era solo advertencia, si no para averiguar si debía estar él alerta de la posible aparición de más humanos mientras estaba entreteniéndose con su pequeño objetivo. No que hiciera mucha diferencia, pero prefería no tener a los ancianos respirando sus alientos milenarios en su cuello porque había causado que fueran los mortales los que respiraran sobre ellos. Los humanos habían dejado de creer en ellos para volver a empezar una caza de brujas pero aquellos viejos vampiros se obstinaban en no entenderlo

Sus labios se apartaron de sus dientes al sonreír, unos dientes anormalmente blancos pero de apariencia natural, sus colmillos afilados como agujas e inhumanamente alargados no estaban a la vista. Pero su oído no humano podía captar el ligero sonido de metal en los confines de los bolsillos del muchacho, donde había introducido sus manos, y su nariz dió un invisible respingo al imaginar que un desliz más profundo por el filo y cortarían piel y la sangre brotaría

El era viejo de siglos, pero su constante necesidad de alimentarse provocaban que su cercanía a sangre viva lo alteraran casi tan profundamente como a un vampiro recién nacido y sus ojos de un inquietando color castaño oro se deslizaron por el joven rostro hasta detenerse en las venas palpitantes de la garganta

"Así que un maleante...¿acaso eres uno?...con esa apariencia podrías engañar haciendo creer que eres un muchachito indefenso..." la idea de un humano atacándole, aunque fuera uno habilidoso, era irrisoria y se le escapó una profunda y quieta risa "porque para lo que tengo planeado prefiero no tener testigos metiendo entrometidas narices..."

"Jovencito, no deberías tentar tu suerte provocándome y si nos enfrentáramos yo conozco bien desde este momento cúal sería el resultado..."

Que pudiera herirlo, no lo negaba. Que pudiera correr escapando también. Pero seguía siendo un joven humano enfrentándose a un vampiro de más de medio milenio de edad. Mientras Nikolai tendría dificultades para plantar cara a un vampiro o licántropo de mayor edad, tenía una muy buena ventaja frente a un chico humano al que sacaba por lo menos 580 años, por muy ágil y fuerte que fuera el muchacho

"No voy a pedirte nada sexual...aunque ciertamente serías una deliciosa compañía...lo que busco es otra cosa..." se inclinó hasta que su aliento casi gélido rozó la mejilla del joven humano

"Si me permites, no necesitarás esas armas que escondes en los bolsillos...será tan rápido que ni te darás cuenta..."

"Si tu instinto te advierte que corras deberías hacerle caso...claro que no podrías llegar muy lejos..."

En un veloz movimiento se había acercado y aferraba una de sus muñecas, apretándola para que no pudiera zafarse, sus dedos igual que una trampa de acero

"No me lo quieres hacer sencillo...hubiera sido rápido e indoloro..." emitió un profundo suspiro y entreabrió los labios de manera que podían verse las afiladas puntas de sus colmillos. Tal vez fuera una ´presa´ más cooperativa si descubría que a lo que se estaba enfrentando no era humano

Uno de sus ojos se entrecerró, una combinación algo enfermiza de enojo y diversión más que de dolor, no había bebido demasiado pero si lo suficiente para permitirle perder sangre sin verse aun afectado

La mano que no sujetaba al muchacho aferró el mango de las afiladas navajas y las extrajó de su brazo. Una rociada de sangre brotó de las heridas y cayó en una pequeña fuente al suelo

"Eso fue un movimiento imprudente..." apreto la muñeca en sus dedos y tiró de él, obligándolo a acercarse. Se inclinó pero no trató de morderle

"Te ofreceré una última ocasión de rendirte, si tu puedes dañarme, yo puedo causarte un gran dolor que puedes evitar"

"Te hubíera advertido pero..." uno de sus párpados se había cerrado, sus dedos se deslizaron bajo los alambres para apartarlos de su garganta y su otra mano tiró de los puñales para arrancarlos de su carne. Un perfecto traje de Armani que no podría volver a usar. La sangre manó en riachuelos por sus prendas que quedó empapada de carmesí aunque las heridas iban de a poco cerrándose de nuevo

"No deberías haber bebido...por tu bien escúpela si aún la tienes en la boca..." sus labios describieron una pequeña sonrisa. Si le mordía el pequeño intercambio de fluido vital crearía un pacto

Y que mal se lo haría pasar al atrevido humano si lo convertía en un esclavo de sangre

"Entonces será solo problema tuyo si terminas en más dolor del que ibas a recibir en un principio..." aferró el alambre y tiró de él con enorme fuerza, pero en lugar de pretender acercarlo lo que hizo fue sujetar para aproximarse él y que el fino hilo no quedara tirante si no volviendo a estar uno frente al otro

"He terminado de jugar contigo, pequeño...si quieres ver sangre la verás, pero la tuya..." se agachó y le mordió la mano. No clavó los dientes solo le hizo un rasguño con las puntas afiladas de los colmillos

Ninguno de los dos había probado la suficiente sangre del otro para que él obtuviera el control sobre el joven humano que un pacto sanguíneo le concedería

Un reguero de sangre se deslizó por sus labios entreabiertos hasta caer al suelo y sus dedos se flexionaron y relajaron, sintiendo los capilares fracturados desde el punto donde el cuchillo se hundía y recorriéndole por la muñeca hasta ascender por los brazos. Si no arrancaba los cuchillos las heridas cerrarían con ellos dentro y tendría que volver a rasgar para poder retirarlos

Desde esa posición, si levantaba la cabeza, podía ver su abdomen sangrante y al reir gotitas de sangre salpicaron. Que ironía, aquella perversa imitación en suelo romano de la imagen del símbolo cristiano, solo que en lugar de al hijo de Dios, fruto del vientre de la Virgen María, se crucificaba a una muerte que se cernía silenciosa sobre alas negras

"Vulnerable...no deberías usar esa palabra a la ligera, monsieur demonio...aunque confieso que vuestra apariencia podría llevar a engaño, con esos rasgos dulcemente femeninos..." lo último lo dijo con una sonrisa socarrona a pesar de su situación "¿habéis sustituido la lujuria licenciosa del cuerpo por la lujuria de la sangre?...¿vuestro deseo se ha visto satisfecho?...no pongaís a prueba mi paciencia...os concederé hasta la cuenta de seis para que me libereis y dejeis de presentarme la tentadora visión entre vuestras piernas antes de que os dé la vuelta y acabeis boca abajo en el suelo...no precisamente durmiendo..."


(si alguien se quedo owo por esta explicacion buscando encontraran a su demoio belphegor xDD)

No sentía el dolor como los seres humanos, pero no significaba que no sintiera nada. Podía notar perfecta y claramente aquellos dedos hurgando en su interior. Incluso si las heridas curasen, sería un proceso lento y trabajoso hasta que se cerraran del todo

"Tomarte a la fuerza sería demasiado suave...estoy planeando algo mucho mejor...que suplicarás ser tú quien este debajo de mí si eso te libra del daño que te cause..."

Le había dejado jugar a su gusto, lástima que no había quedado satisfecho porque no iba a concederle más tiempo. Rechazaba su oferta de rendición pacífica, entonces lo haría rendirse por las malas

El cuchillo empezó a cortarle como si fuera mantequilla, pero no porque su cuerpo siguiera siendo atravesado si no porque empezaba a evaporarse. ¿Los cuentos de viejas relatan que los vampiros pueden acechar en forma de murciélago o de niebla?...las ancianas tienen mucha razón y aquel cachorrito hubiera hecho bien en escuchar los cuentos de su abuela...

Su cuerpo se fue desvaneciendo en una neblina más apropiada para las noches londinenses que para la soleada Italia y lo que quedó en el suelo fue una mancha roja que fue oscureciendo a medida que la sangre se secaba

"No he perdido la cordura...solo pretendo utilizar mis ventajas...¿no es acaso lo que hace un buen cazador?...emplear sus mejores recursos para hacer a su víctima rendirse..."

La voz parecía venir de todas partes, más que una voz era como un silbido que arrastraba palabras porque la niebla no tiene boca para hablar. Envolvía al humano por todos lados, opacando la escasa luz que proporcionaban las farolas

"Yo...huir de un humano...no me hagas reír tú a mí...nunca he huido y menos de una pequeña criatura mortal...por muchos cuchillos y alambres que oculte en sus manos...tienes la oportunidad de escapar ahora, en esta forma no tengo brazos para sujetarte..."

Aunque si una masa sin forma para acosarlo por todas direcciones, cegándolo en su camino

"Te presenté la última oportunidad para hacerlo por las buenas...ahora si huyes por supuesto que te perseguiría, como cazaría a un pequeño animalito...tu opinión no me es importante ya...si me hubieras escuchado cuando te dije que lo hicieras pero quisiste ser obstinado...no esperaba que te rindieras enseguida pero si cuando una persona prudente sabe que se encuentra en desventaja..."

La niebla se movió como un ligero viento, cortando de un lado a otro, presionando en sus costados, en sus piernas, en un acoso invisible

"Humano ingenuo...¿crees que puedes encontrarme?...mi cuerpo es toda la niebla, ¿pero cómo vas a cortar o atrapar algo que es poco más que aire?"