Escondido en el silencio [[Libre]]

Aquella noche de luna llena, la plaza berlinesa estaba en silencio, y sólo la luz de algunas farolas la iluminaban bajo el oscuro cielo.

No había luces en las ventanas,ningún ruido, ninguna voz... y una suave y fría brisa acariciaba los edificios.

Los cabellos de Amadeo se removían con ésta, mientras el joven vampiro observaba la plaza ensimismado en sus pensamientos desde el techo de uno de los edificios, sentado sobre el tejado; Le gustaba ir a aquel lugar, de alguna forma le era familiar y así conseguía relajarse un poco.

Ésta noche había vuelto a pasar.
Miró una vez más con su tez inexpresiva, sus manos que rodeaban sus piernas; éstas estaban manchadas de sangre, al igual que parte de su ropa.Por suerte ésta soía ser oscura y no se notaba demadiado.No recordaba ni quién había sido su víctima aquella noche, y eso era lo que más le torturaba.
Bajó la cabeza frunciendo el ceño, escondiéndose entre sus piernas.

Siempre era igual, siempre acababa sintiéndose de esa forma.
Suspiró pesadamente y volvió de nuevo la mirada al cielo.

<<estoy cansado de todo ésto...<< pensó cerrando los ojos procurando calmarse.

"Levanta la cabeza despacio y no intentes ninguna tontería..." dijo en voz baja apuntando hacia él una pistola

Arrugó la nariz al sentir el olor a sangre, sus sentidos no eran tan agudos y penetrantes como los de un vampiro, un licántropo o cualquier criatura animal que pudiera captar fácilmente ese aroma. Pero ningún ser humano podría andar a esas horas de la noche por los tejados

Lo observó con ojo crítico. Parecía joven, no sólo en cuanto a su pariencia si no que no parecía tener mucho más de los 100 años. Pero era un deber y responsabilidad hacer desparecer de la faz de la tierra a aquellos seres

El vampiro levantó la cabeza en dirección a la voz que había oído.
Realmente no iba a ser un buen día.

No le sorprendió demasiado ver a aquel chico allí. Había bajado la guardia otra vez, y ya le parecía extraño no haberse encontrado con ningún cazavampiros últimamente.
Tras unos segundos es silencio reflexionando sobre qué hacer, se miró las manos ensangrentadas de reojo y resopló, con aire cansado.

Se levantó lentamente y miró de arriba a abajo a aquel desconocido que le señalaba con una pistola.El chico parecía joven, y desgraciadamente en sus ojos se encontró la misma mirada que había encontrado numerosas veces antes.

No quería derramar más sangre humana aquella noche.Bastante culpable se sentìa ya.

-...¿por qué no bajas la pistola?- dijo con voz tranquila mirando a las manos de aquel chico.- No me gustaría verme obligado a hacerte daño.

Tras una pausa para mirar al suelo y fruncir levemente el ceño continuó de nuevo mirándole fijamente a los ojos con decisión.

-...por favor.

Su dedo se dirigió al mecanismo de seguridad y entrecerrando los ojos con un pequeño guiño de sospecha colocó el seguro y despacio bajó el arma

"Si intentas engañarme, aun cuando me estes clavando los dientes, te dispararé"

Se sentó a un par de metros sin despegarle la vista de encima, dejando el arma a un lado y al alcance de su mano

"¿Tu especie no te dejó ni siquiera instrucciones para alimentarte?...que considerados..."


(perdona es asi de grosero)

Por un momento se quedó algo sorprendido por la reacción del chico, y se quedó en silencio, clavado en el lugar donde estaba al escuchar sus comentarios

Luego sonrió levemente. La verdad es que no podía evitar aceptar que le agradaba tener algo de compañía aunque fuera de alguien que tan claramente le odiara. Al menos le animaba un poco.
Se sentó con cuidado tal y como estaba antes y dirigió de nuevo la mirada a aquel chico, posando la cara levemente en su mano para estar más cómodo. Mirándole con curiosidad.

-Lo tendré en cuenta.-dijo soltando una leve risotada.-... y por lo que veo, parece que a ti no te han dado muchas lecciones de cortesía.

Sonrió un poco dándose algunas palmadas en la ropa para limpiarla un poco, con bastante tranquilidad.

-...me temo que yo no soy tan afortunado como otros vampiros en ese sentido.

(tranqui, Amadeo a veces también lo es un poco.)

"Cuando estoy preocupandome de que puedan saltar sobre mi garganta hasta dejarme vacías las venas, lo que menos atención me merece es la cortesía..."

Se echó hacia atrás y apoyó la espalda en el muro que bordeaba aquella parte del tejado, observando la calle a muchos metros abajo. Húmeda, oscura y silenciosa

"¿Cuantos años desde que te hicieron presa a ti?...¿100...150 quizá?...descubrirás que muchos de ellos no se preocupan de sus crías una vez las han hecho nacer...las dejan sueltas por el mundo para que se busquen la nueva ´vida´ que les han dado...quizá convivan juntos durante un tiempo pero de seguro acabarán separandose...incluso cuando pertenecen a un clan mantienen sus distancias y pelean entre ellos...esta en su naturaleza supongo...los murciélagos viven en colonias pero cada individuo suele preocuparse de si mismo lo primero..."

-No sé cuánto tiempo llevo así.-dijo de una forma un tanto seca sin percatarse. No le agradaba demasiado hablar de ello.
Sin darse cuenta, bajó levemente la mirada Mientras que la fría brisa volvía, siendo algo más gélida que antes; aunque él no lo notara.
Por alguna razón ése tema siempre le perseguía, y el no tener respuestas siempre le remordía la consciencia.

- No entiendo cómo alguien puede atreverse a hacerle ésto a otro ser...-se miró las manos manchadas de sangre con los ojos entrecerrados.-... e ignorarlo como si nada hubiera ocurrido. Es...

Se paró antes de decir "inhumano" ya que realmente sería estúpido llamarlo así, y más delante de aquel chico.De nuevo le miró con curiosidad, pero algo de tristeza en los ojos:

- Me parece irónico que tú si sepas tanto de "nosotros". - dijo ésto último de una forma algo incómoda.- Ciertamente ya me esperaba que tuvieran este tipo de comportamiento...- guardó silencio unos segundos antes de preguntárselo finalmente.

- ¿Cómo podría llamarte, chico?

"¿Chico?...te permitiré decirme así en virtud a la ingenuidad sobre tu especie, porque de otra forma solo esa palabra te habría ganado un disparo...mi nombre es Mihael...y respecto a porque si sé sobre vosotros, llevo cazando a tus nuevos ´amigos´ desde que tenía 10 años...es pedir que te arranquen la cabeza acercarte sin saber a que te enfrentas..."

Sus ojos se suavizaron una fracción, un líquido tono castaño privado de los cercos rojizos que solían rodearlos especialmente cuando se alteraba. Una prueba que guardaban sus iris de que algo de sangre de vampiro había tocado sus labios alguna vez

"¿Quién puede hacerlo?...no te conozco, pero te lo diré...monstruos, si no aprendes a controlarte terminarás siendo uno de ellos y tu propia especie te perseguirá...¿crees que es un odio personal?...lo es, pero aunque no lo fuera posiblemente hubiera terminado de la misma forma...igual que los niños no pueden permanecer inocentes y descubren verdades aterradoras al convertirse en adultos, tarde o temprano algo sucedería que hubiera llevado al mismo camino..."

Observó en silencio aquel extraño detalle de que se había percatado sobre aquel chico, pero prefirió no decir nada.
Ignoró el tono del habla del castaño, y tras escucharle, procuró seguir teniendo un tono tranquilo.

-Veo que tienes demasiado rencor guardado en ti mismo.- dijo por lo bajo,suspirando.- Mi nombre es Amadeo.

Se levantó con cuidado para estirar las piernas y miró a la oscura calle, por la que entonces pasaban algunos gatos buscando comida.

-No me agrada demasiado que me trates como si fuera un ser sin corazón, ¿sabes, Mihael?. -dijo girando la cabeza levemente hacia él, procurando no parecer grosero, pero con cierto tono de comprensión.Era normal que se dirigera así a él.Ya estaba acostumbrado.- Ellos pueden ser montruos como dices pero...yo me vi obligado a acarrear con una vida que yo no elegí, y aunque te parezca mentira, eso de "controlarse" no es tan fácil como piensas.

Su voz se resquebrajó un poco.

- ¿Te crees que me gusta matar a humanos tan sólo para saciar mi sed?.- Levantó un poco la voz sin poder evitarlo.- ¿ Crees que es agradable el ver cómo alguien muere en tus brazos por tu culpa? ¿ crees que es agradable el tener que pasar por eso para sobreviv..--
Finalmente ya no le salía la voz. Intentó calmarse respirando profundamente, no podía entender cómo se había puesto tan nervioso. Se alejó un poco del cazavampiros dándole la espalda sin decir nada.

"Si amas a Dios y eres amado por Él, debes comprender el dolor de las criaturas de Dios cuando las matas..."

¿Eran ironías los nombres?...él no sentía en sus manos la espada flamígera del arcángel líder de las huestes celestiales dirigiendo la punta de la misma contra aquel corazón que había dejado de latir físicamente, pero se escuchaba dolido...hizo un sonido fastidiado consigo mismo por aquellos pensamientos sensibles

"Hay alternativas...la sangre artificial...la sangre animal y en último recurso..." su cuerpo se estremeció y se rodeó a sí mismo con los brazos

"La sangre de un donante voluntario..."

Aquel vampiro era convertido, lo que la despreciable élite de su especie llamaba impuros, no podría tener un esclavo de sangre del cual alimentarse

Se giró algo más tranquilo al escuchar, lo que para él había sido un leve cambio en el tono de voz de Mihael.
Sonrió tristemente y se acercó unos pasos hacia él, sentándose de cuclillas con la mirada algo baja.
La brisa cada vez golpeaba más fuerza contra su cabello, dejándole apenas ver a través de su flequillo.

-...hace mucho tiempo intenté buscar un sustituto a la sangre humana.-dijo como quien cuenta una antigua historia, con un tono algo melancólico.-...pero me di cuenta de que al fin y al cabo siempre era lo mismo. Los animales tienen almas también...¿No?-Movió un poco la cabeza como intentando consolarse.- Sigue siendo arrebatar una vida. Llegué a pensar que...quizás podría sobrevivir sin sangre o bien que simplemente si no la tomaba terminaría desapareciendo...y al final me he convertido en lo que ves.

Le enseñó sus manos que aún tenían rastro de sangre, con una mirada desperanzada.

-¿de veras crees que alguien se arriesgaría a estar en manos de alguien como yo?- dijo esbozando una triste sonrisa mientras bajaba la mirada.- Y si realmente existiera una sangre artificial capaz de alimentar ésta necesidad...

Tras unos segundos en silencio, le dedicó una sonrisa algo tierna.
- Te agradezco tus palabras...de todas formas... supongo que ya estoy condenado a ser así aunque no quiera.

Se sentó en el sitio y miró al moreno en silencio.
Pensó que probablemente le atacaría, o bien le despreciaría y se marcharía. No podía hacer nada de todas formas.

"Yo lo he estado...en manos de alguien que también se sentía destrozado por tener que matar, que lloraba su propia sangre, la poca que le quedaba en el cuerpo, cuando trataba de controlar su hambre...ni animales ni humanos...solo daba vueltas quizá esperando que alguien acabara con su sufrimiento..."

Echó a un lado su cabeza, el cuello vuelto de la gabardina, que cubría su garganta se deslizó hacía abajo y dejó al descubierto dos inconfundibles señales de mordisco, su tono violáceo dejaban claro que eran utilizadas con relativa frecuencia

"Nunca desaparecerán...estas marcas...no soy un vampiro, pero siento algunas de sus molestias...cuando miro al sol mis ojos duelen y me siento débil..." esbozó una sonrisa melancólica y molesta "su debilidad pero ninguna de sus habilidades...si pudo encontrar a alguien que lo ayudara en una persona que había perdido su alma...tal vez tú también encuentres a alguien..."

Aquello sí que le había sorprendido. Ni mucho menos se esperaba que aquelo chico respondiera de esa forma, contándole aquello.
Le miró con las cejas alzadas, observando en silencio las marcas de su cuello.Por un momento pensó que quizás le estaría tomando el pelo.

Realmente nunca se habría imaginado que alguien fuera capaz de dejarse hacer algo así por...

- Vaya, siento que tengas que acarrear con éso.- dijo intentando apartar la mirada de las señales de su cuello.No le eran nada agradables, como siempre.- pero..., me alegra pensar que no soy una excepción y hay otros como yo que piensan de una forma parecida a mí,. Ya es un consuelo-Sonrió tristemente antes de continuar.

De todas formas, lo tenía ya asumido.

-... ya que no creo que ese alguien aparezca, supongo.- Tras decir ésto en un tono más bajo,intentó cambiar su expresión a una un poco más alegre, aunque pareciera un tanto forzado.- bueno, espero que así hayas cambiado tu imagen de mí, al menos ya no me pareces tan a la defensiva como hace un rato.

"Sigo pensando que los vampiros son un plaga que hay que exterminar...pero esta noche no voy a intentar nada contra ti...esa respuesta me temo que te tendrá que servir..."

Había vuelto a cubrir sus heridas, había notado la incomodidad del vampiro, pero especialmente él tampoco quería continuar exponiendolas

"Tsk, si te rindes nunca lo encontrarás...es mejor que despertarse con sangre en las manos y también es menos posible que alguien te sorprenda mientras te alimentas y te ataque sin advertirte...si crees que los humanos pueden ser malos, espera a encontrarte con un licántropo transformado...sus garras y sus dientes no te darán oportunidad a eplicarte y no les importará lo joven que seas o lo culpable que te sientas"

-Bueno... gracias, supongo.- dijo al escuchar su respuesta con una sonrisa un tanto incómoda.
Realmente tenía razón en todo lo que decía, ya sabía que no podría escapar de todo eternamente.

-Simplemente, tras todo este tiempo he aprendido a no hacerme ilusiones con nada.- resopló.- Nunca me han servido nada en bandeja, y he tenido que buscarlo todo por mí mismo, así que dudo que algo así aparezca como si nada... - hizo una pausa antes de continuar y bajar la cabeza En ese momento un pequeño gato blanco apareció de la nada y se acercó a echarse en las piernas del vampiro, a lo que él le acarició antes de volver la vista a Mihael.- ¿ Los licántropos son realmente tan horribles como he escuchado? ¿hay alguna razón para que nos odien tanto?- preguntó con curiosidad y algo de temor en su voz, aunque intentó que no se notara.

Nadie le había explicado nunca nada, y realmente ahora que tenía la posibilidad de entender algo no quería desaprobecharla.Podía parecer algo patético, pero realmente ya no le importaba.

Normalmente hubiera dado una respuesta ambigua, incluso falsa, guiandolo a su fin...¿qué le interesaba el destino de aquel retoño de vampiro? los licanos hubieran quitado trabajo devorandolo y librando a los humanos de otro chupasangres

Pero estaba solo, angustiado, igual que aquella criatura que había protegido. Porque le recordaba a él contaría la verdad

"Una razón no lo sé...creo que es tan vieja que ni los más ancianos se acordarán de ella...puede que sea simplemente porque las dos razas son depredadoras...podría ser cualquier razón o puede que no exista ninguna..." observó al pequeño gato blanco acurrucado "la luna llena...son muy fuertes bajo su influencia, pero no todos la necesitan, algunos pueden transformarse incluso durante el día...su oido y su olfato es tan agudo como el de los verdaderos lobos y son infinitamente mas fuertes...es más habitual encontrar a los grupos en lugares deshabitados, en bosques o montañas o poblaciones pequeñas...pero la mayoría de lobos solitarios los he visto en las ciudades...si tienes alguna ventaja aprovechala y no es deshonroso escapar cuando te veas superado...vivirás para ver otra noche..."

El gato blanco empezó a dar vueltas en las piernas del vampiro mientras éste le acariciaba con suavidad. Bajó la mirada cansado al escuchar aquello. Ya de por sí no creía que fuera a conseguir tanta información, y precisamente de alguien como aquel chico.

<<fantástico, más de quienes huir<< pensó irónicamente mientras el felino seguía jugando con sus pantalones. Le parecía gracioso en cierto modo que cada vez descubriera más y más cosas para nada buenas sobre sí mismo y los peligros que había desconodico hasta entonces.

- Todo es demasiado complicado.- frunció el ceño, molesto más bien por su situación.- Si huir me evita encontrarme en enfrentamientos innecesarios y sin sentido prefiero no verla como algo deshonroso, además...-miró al pequeño felino con una sonrisa.-... por suerte siempre tengo alguna razón para volver, al menos.

El gato entonces bostezó y se echó bocaarriba dispuesto a dormirse con tranquilidad.

"Has sobrevivido tus primeros 100 años...algunos no llegan a cumplirlos así que supongo que lo estas haciendo bien...aunque no debería decir eso..."

Se estiró y rozó una de las pequeñas y puntiagudas orejas blancas del gato con la yema del indice, paseandolo por el borde de suave pelaje albino

"Pero debes tener alguna habilidad...todos los vampiros incluso los jovenes suelen desarrollar alguna...¿no sabes manejar un arma?...o transformarte en alguna criatura, conjurar sombras o manipular la mente...aunque huyas habra veces que no tengas mas remedio que enfrentarlos...y las leyendas son bonitas y románticas pero muchas de las soluciones que ofrecen no te servirán de utilidad en un combate real..."

Tras pensar unos segundos respondió.

- Durante todo este tiempo he podido escapar siempre facilmente gracias a que soy bastante rápido, no sé si eso será una habilidad demasiado especial.-arqueó una ceja, dudándolo.- cuando he visto a otros vampiros siempre me han parecido algo lentos... y tampoco es que reaccionen muy rápido, creo.

<<quizás por que soy un experto en escapar...<< penso para sí sin saber exactamente qué cara poner ante eso.

Sacó su pistola con cuidado mientras el gato, tras percatarse de las caricias de otro muchacho, empezó a jugar con su dedo dándole palmitas con una de sus patitas.

-...también sé cómo usar ésto, aunque nunca lo he usado, probablemente incluso tú lo sabrás mejor que yo.- tras mirar a aquel arma que tenía en la mano como quien ve un juguete sin uso, volvió la mirada a Mihael.- Tu pareces saber usarlas bastante bien...Supongo que a los cazavampiros se les enseña estas cosas bastante pronto, ¿no?

No lo dijo de una forma desagradable, más bien como una curiosidad.

"Me crió desde los 10 un cazador de vampiros...algunos aprenden incluso desde antes...pero si quieres defenderte vas a tener que utilizarla..."

Tomó al gato en brazos y lo depositó a un lado de ellos. Extrajó su propia arma y la sostuvo apuntando al frente, a la distancia de la noche

"Empezando por aprender a cogerla de modo que apenas necesites apuntar..." le lanzó una mirada feroz y con un punto de vergüenza "y no me preguntes por qué estoy enseñandote esto...es patetico cazar a un vampiro que no es capaz de defenderse..."

<<bueno, defenderme puedo...<< pensó, haciéndole gracia lo débil que debía de parecer.
Por una parte envidiaba que los cazadores tuvieran la suerte de que se les enseñara ese tipo de cosas.
Pero por otra pensó que debía de ser muy triste dedicar tu infancia a algo así.

- ...Gracias. -respondió simplemente con una sonrisa mientras miraba la pistola de Mihael. Luego, cogió el arma de la misma forma que él.
De nuevo volvió a mirarle como diciendo "¿así?" .

El gato, ofendido al ver que le dejaban a un lado, se acercó a Mihael y empezó a mordisquearle el brazo sin demasiada fuerza.

Después cayó en algo.

-¿Quieres decir que en cuanto sepa defenderme intentarás matarme?.- Preguntó arqueando las cejas. Su voz no reflejaba miedo ni nada por el estilo. Más bien parecía que estaba hablando de un tema bastante normal.

Sostuvo al minino y lo depositó en sus piernas, soltandose de un suavecito tirón de sus pequeños dientes

"Se supone que ese es mi trabajo..." dijo mientras sujetaba su mano para corregirle la postura "tus reflejos son mas veloces que los nuestros asi que no tendras problema...contra un licantropo transformado tienes ventaja en el duelo a distancia...pero si se te acerca demasiado alejate lo mas rapido que puedas..."

Levanto el brazo cuando sintió un nuevo mordisco y observo al gato colgado de la manga de su gabardina

"¿Estas fastidiando esperando que alguien te adopte?"

-ya veo.- dijo con procurando no mostrar desilusión en la voz mientras dirigía la mirada al minino que seguía mordisqueando como podía al chico,-Lo entiendo, si es l que tienes que hacer, es lo que tienes que hacer, cada uno tiene sus responsabilidades...

Bajó una mano y se la tendió al minino, a lo cual éste se acercó levantando las orejitas y restregado su cabezita entre sus dedos.

- Tiene la mala costumbre de quejarse por cualquier cosa.- dijo refiriendose al minino cuando empezó a maullar una vez Amadeo dejó de acariciarle.- Pero... tú eres un cazavampiros, ¿ Has tenido que enfrentarte a licántropos también?- preguntó arqueando las cejas.- Por lo que veo sabéis de todo.

"A licantropos no...he tratado con pocos, supongo que prefieren los lugares menos ruidosos, los parques y sitios asi....los bosques, zonas más deshabitadas...alimentar un cuerpo de lobo que puede alcanzar 1.90 o 2 metros cuando se pone de pie requiere mas carne que un cuerpo humano...un herbivoro grande como una vaca o un ciervo..."

Su mirada entrecerrada se dirigio hacia el pequeño gato

"Ya conoces a esta pequeña bola de pelo de antes..." presiono con un dedo en la nariz del gatito que le aferro los dedos como haria con una mosca volando frente a el

"Esta vez no voy a matarte, si no encuentro que hayas causado un desastre no voy a ir a por ti..."

Le miró en silencio durante unos segundos con expresión seria, y luego meneó cansado la cabeza volviendo la mirada al blanco animal.

-Bueno, tendré más cuidado la próxima vez que te vea...pero te aseguro que no soy fácil de capturar- bromeó mientras tiraba con suavidad de la orejita del gato con los dedos. A lo que éste al ver que ambos ban a por él se hizo una bolita en el suelo tapándose sus grandes ojos, como quien juega al escondite.

- Ésta "pequeña bola"- repitió mientras volvía a cogerle suavemente de la oreja a lo que el felino se escondió más.- es la única compañía que he tenido últimamente. Me gusta tenerlo cerca, es el único que me sigue tan sólo por hacerme compañía.- ésto último lo dijo de forma un tanto irónica, ya que normalmente los que le seguían siempre solían ir tras él con el mismo objetivo, desgraciadamente.