Retratos (Priv.)

-La transición de vuestro honorable padre por esta vida, a através de los siglos no fue en vano. Lucius Mistello, venerable antiguo, se revolcaría en su tumba si supiese lo que vos hacéis con el legado que os dejó.
-Lucius Mistello no tuvo una tumba para revolcarse cuando murió a manos de los campesinos a los que eligió para suicidarse... -Replicó Digabriello con acento afable, como si charlaran del clima, a medida que sus dedos pasaban por las teclas del piano; tocando animada y melodíosamente para el antiguo con el que conversaba. Sin embargo, desconozco aquel legado. ¿Queréis vos, caballero, decidme; que esperáis que haga yo con la sangre de un anciano noble que carcomió la propia en favor suyo y así convertirme en lo que ahora soy?
-¡Deberíais estar agradecido que os considerase como hijo! ¡El venerable Lucius Mistello os ha elegido a vos por hijo, a pesar de que no fueráis más que un mortal!
-Y como mortal... poseía una vida finita...
-¡Así es! ¡Séd agradecido!
-Y él... que poseía los milenios, se suicidó a la luz del sol, incapaz de alcanzar la muerte por voluntad del tiempo... ¿No es acaso irónico?

Aquel sabio permaneció en silencio, mudo por la sorpresa y la rabia. Últimamente ninguno de los antiguos quería reprender a Digabriello, aquel descarriado "jovencito", hijo legítimo del finado Lucius; se negaba a agachar la cabeza y acatar las órdenes, siempre tenía algo para decir y nunca podía quedarse callado. La manera en la que su padre lo había presentado, seguido de aquel teatro, les ataba las manos para someterlo. Si bien habíanse sorprendido al tener ante sí a un joven culto y resignado a su nueva no-vida, de igual manera se sorprendieron por cuanto sabía hacer, por cuanto conocía; y por su apetito de recorrer el mundo a fin de aprovechar los años, décadas, siglos y milenios que tenía por delante... A sus 710 años, habá visto lo que muchos antiguos no, en loq ue llevaban de vida. Conocía detalles de las tribus de África, donde las mujeres casaderas bailaban hasta por tres días para indicar que eran fértiles, hasta el polo norte, donde los esquimales sacaban a sus bebes al clima helado no bien nacidos; para que el primer golpe de viento los enfermase o lo hicieran sobrevivir a las frías temperaturas, creándole anticuerpos. Mas aquella incesante curiosidad le retrasaba de las reuniones, imposibilitándoles en orientarlo en la toma de desiciones, le hacía llegar tarde a los compromisos, a las citas con otras jóvenes nobles; siempre ausente, siempre cargado de experiencia y cultura, de conocimientos y otras tantas cosas... sin poder enseñarlas a sus hijos, por qué ni siquiera una mujer a su lado tenía. Y bien sabían ellos que estas nunca habían faltado, rondándole; pero su fama de impuntual y desinteresado por el compromiso se corrió pronto y actualmente todas las jóvenes rechazaban la unión con un vampiro noble que jamás se presentaría a la hora, olvidaría su nombre, o comenzaría a hablar de los inútiles humanos...

En resumen... era la viva imagen de Lucius. La sangre de aquel vampiro había eliminado la sangre humana de Digabriello, volviéndolo un vampiro puro, algo nunca antes visto; pero en el cuerpo del médico no había mas indicio humano que la apariencia como el resto...

-Caballero, os ruego seáis razonable...
-De la misma manera en la que yo os lo pido... aún tengo algunas décadas por delante, y no me suicidaré a la luz del sol; dadme un respiro.
-¡Sois imposible! -Exclamó al fin derrotado aquel anciano, retirándose rabioso del aposento de música, donde el médico sonrió con cariño y continuó tocando. Se había cumplido una semana, y al ser él el anfitrión, tenía únicamente que esperar a su visitante... no ir a visitarle, o de lo contrario, no llegaría.

La semana en venecia había pasado ya, entre el compromio y otros asuntos destinados a los deberes de mediador, visitando a otros antiguos en aquella ciudad en la que la mayoria de los humanos y vampiros consideraban una ciudad en la que nace el amor, pero eso no estaba contemplado en su pequeño viaje, las cosas al parecer habían marchado bien, le esperaban en su mansion al anochecer, todo fue arreglado para darle una pequeña bienvenida, pero solo por parte de sus sirvientes a los que siempre trataba bien, pero con respecto a su familia, tan solo le miraban con desagrado y desaprobacion, el rumos se hizo verdad, ahora en casa solo era el unico hijo soltero, pero a el no le preocupaba.

Convivio en la cocina con sus sirvientes, de cierta manera estaban felicies de que este no aceptase el compromiso, ya que su destino al casarse era incierto, a tal grado de que el festejo era por que tendrían un trabajo estable por mas tiempo, aun que Allen jamás les quitaria el trabajo, era una servidumbre fiel y no les remplazaría por nada. Al termino del pequeño festejo, subio a darse un baño, se cambio de atuendo, tomo sus apuntes libros y otras cosas y marcho donde probablemente le esperaba Digabriello, hasta cierto punto sintio el nerviosismo pasar por su cuerpo.

Llego al palacio principal, y en realidad no sabía bien por onde empezar a buscarlo, hasta que tuvo que preguntar por el, un sirviente le mensiono donde podría encontrarlo, se dirigio a la sala de musica principal y antes de poder entrar, salía uno de los antiguos, aquien le hizo reverencia, le miro y no dijo nada, era como si solo viera a uno de tantos de ese lugar, al verle marchar, se gira de nuevo y toca la puerta. Buenas noches... soy Allen Florit, me permite pasar?

Apenas el anciano se había marchado, dejó escapar un suspiro y se dedicó a tocar, más no pasaron más de unos segundos cuando su invitado llego, lo que le hizo sonreír cordialmente e incorporarse para recibirlo.

-Adelante Allen, se bienvenido.- Se incorporó y avanzando hacía el chico, hizo un ademán con la mano para que pasara al salón de música. No era ciertamente el más adecuado para recibir visitas, pero otros vampiros y los ancianos ocupaban el resto de la casa, y lo último que quería era que un montón de vejestorios amargados comenzaran a ennumerar a cuantos vampiros habían contraído nupcias y cuantos vástagos habían engendrado; mirándole con insistencia para ver si por fin se decidía a sentar cabeza y convertirse en un honorable patriarca que no negase al clan Fiore del linaje de Licius Mistello. Le saludó amablemente de mano, un gesto muy utilizado entre los mortales, quiz´pas era una fea costumbre entre los vampiros, pero no podía erradicar algo con lo que trabajaba todos los días, en especial cuando un padre agradecido le saludaba al ver a su mujer y a su bebé sanos y salvos, a una anciana esposa, feliz de que su marido no hubiese muerto por un infarto, una madre llorosa a la que le salvaron a su hijito caído de quién sabe cuanta altura o en su defecto, el novio aliviado de saber que su amada no estaba encinta...

Le condujo a un pequeño servicio de cómodos muebles de terciopelo verde esmeralda, con vuelos en hilo de oro, manteniendo el escudo de armas bordado en el respaldo, con un juego de té a base de charola de plata, así como los cubiertos, tazas de porcelana china con engastes en ágatas y esmeraldas. Detestaba recibir a los vampiros con aquellos antiguos servicios, pero prefería algo más... común, a las copas de oro engastadas en joyas de todo tipo. Digabriello apreciaba los diferentes tipos de té fuerte, ya que a su paladar, mantenían la textura exacta y agradable como un sutil té de manzanilla. A los ancianos del clan Fiore les gustaban los lujos, y mientras se viese forzado a servir allí, tendría que jugar a su estilo... Ya su consultorio y habitación distaban más al siglo vizantino y actual que a la edad media.

-Dime, ¿te casas?

Entro a la habitación, su anfitrion verdaderamente era muy atento, pero diferente a la manera de otros muchos, se iba a inclinar para hacer una reverencia, pero vio la mano extendida del contrario, por lo que omitio la reverencia y toma la mano de Digabriello, costumbre de humanos saludar con la mano, lo había hecho antes cuando aun ¨El ¨existia, había convivido con seres humanos a escondidas de muchos.

La sala de musica estaba perfectamente decorada a un estilo antiguo y no se diga del servisio, pero a los antiguos les gustaba lo antiguo lo seguian usando de esa manera, no puso obsecion a alguna, a demas ya estaba acostumbrado a ese tipo de lujos. Sonrio y se acomodo en uno de aquellos sillones.

No.. no me casare, disolvi aquel absurdo contrato, pero puedo decir que aquella chica era verdaderamente hermosa, pero con una piedra como cerebro, no la ofendí ni nada, pero hable claro con mi padre, con ella y con el que pretendia ser mi suegro, claro todo haciendolo a manera de no ofender a nadie, pero al final asi lo tomaron, ahora soy digamos la deshonrra familiar, mi padre añoraba el matrimonio debido a que aquel vampiro era uno de los antiguos, yo ni idea de que fuera uno de ellos hasta que le vi. Al final termino en un lio, pero a mi parecer aquella jovencita a demas de ser mucho menor que yo, de verdad que no tiene aquello que tal vez pudiera gustarme de una mujer, aun que no estoy seguro si algun día podría gustarme alguna.

Despues de haber sido de un hombre, sobre todo humano y de haber tenido relaciones con otros, el pensar en una mujer no tenía sentido ya para el, el ya tenía ubicado su gusto, y tal vez de por vida jamas tenga descendencia, estaba conciente de todo, pero ahora estaba el problema de que aquel que sería su suegro era un antiguo, para terminar peor uno de los mas antiguos, que aun dejaba descendencia como si de un joven se tratara.

Pues eso es lo que ha pasado.

-Y exactamente que debía tener una mujer para que esta llegase a gustarle? -Le pinchó, fingiéndose ofendido por aquella etiqueta hacia la joven, que no tenía la culpa de tener la mentalidad mas dura y pesada por causa de un padre dominante y necio.- Por otro lado, creo recordar que esta mal visto que una mujer sea mayor en edad para ser pareja de un hombre.

Solo esperaba que aquella influencia que había ejercido sobre el chico no le fuese contraproducente a fin de que quisieran embaucarle a aquella bella joven, pero por otro lado; era mil veces mejor que ser prometido a la hija de un antiguo proveniente a otra casta, en resumen, de otro clan.

-Pero imagino, la deshonra familiar te puede muy poco si con ello mantienes tu libertad para dedicarte a lo que en verdad te agrada; disponiendo del descarrilado -como llamarían los venerables- camino de tu vida a tu entera voluntad. -Al decir esto, fijo sus ojos en los del joven y sonrió con cierta malicia- aunque aún puedes decirles que tu desición no está del todo acertada y que quieres ver si el camino que ahora eliges es el mas indicado o en su defecto; retornar del que te has salido.

¿Que clase de juego era aquel? Le hablaba de la crueldad y crudeza de la guerra para después maravillarlo con el espíritu de aventura, de lucha y honor una vez que había desertado.
-Al mantenerlos con esa esperanza... tu padre no te tomará como deshonra, sino como un muchacho confundido y su trato áspero será quizás mas condescendiente, creyendo que aún puede dirigirte con dulzura hacía el camino que debes de tomar y en cuanto a tu joven prometida... no tardará en encontrar a otro noble y ante esto; saldrá con su honra intacta y su padre creerá que ha sabido elegir postergar el compromiso contigo en favor a ella, aunque seas tú quién rechazara...

Ante esto, sirvió una taza de té, deteniéndose a la segunda y alzando el rostro hacía su acompañante en una muda pero cortés invitación a beber con él.

La conversacion que entablaba con Digabriello era mas de consejo que una platica común, le gustaba ese tipo de conversaciones, era diferente a las conversaciones que sostenía con otros mayores que terminaban siendo mas bien regaños y reproches, los mayores siempre terminaban dando por su lado debido a la juventud de Allen.

Disculpe si me expresado de esa manera de mi ex-prometida, pero no encontre una palabra adecuada en ese momento para describir lo que pensaba, pero solo espero que encuentre a alguien mejor, o al menos que su padre le encuentre un mejor candidato, ella es demaciado joven e inexperta para casarse con alguien como yo, la diferenia de edad es mucha, le llevo 80 años, no me parecería justo que alguien tan joven como ella no experimente lo que es estar enamorada, de cometer sus propios errores, pero como su padre es un antiguo es mas facil manejarla a su antojo, y con respecto a que me gustaría de una mujer, de gustarme pues, me gustaría que fuera un tanto terca como yo, inteligente y que sea capaz de aspirar a mas. Creo que eso es lo que me gustaría de una mujer, pero la verdad estoy interesado mas en otro tipo de relaciones, bueno no se si me entienda.
En ese momento se sonrojo un tanto, que no sabía si había hecho bien en decirselo de esa manera, como decirle directamente que le gustaba mas la compañia de un hombre que la de una mujer, no es que no le gustaran, pero simplemente sentía que eran mas complicadas, aun que tambien ellos mismos era complicados y hasta un tanto oscuros con respecto a muchas cosas, pero con ellos se complementaba.

Mi padre es muy estricto y no le gusta que le cuestionen o le repliquen las cosas, mis dos hermanos han cumplido con sus caprichos, se casaron ovenes y con quien el les eligio, yo soy mas como mi madre, terco y rebelde, tal vez por ello quiso casarme a como diera lugar, si mi madre aun viviera aceptaría mis deciciones.

Inclino la cabeza al ver que Digabriello le ofrecia una taza de té, aceptandola, no se perdería por nada el disfrutar de una aromatica taza de té, mas aun sabiendo que la había preparado el mayor, con quien empezaba a disfrutar su compañia y conversaciones.

Le observó cuando dijo aquellas palabras y una sonrisa se dibujó en su rostro, divertida, enternecida y comprensiva. Y aunque pudo contener una risa cortés y amable, la sonrisa fraternal ya le había delatado.

-Bueno, cuando estuve por Grecia hace un par de siglos, las mujeres eran meramente una adquisición para reproducción. El verdadero deleite radicaba en que los hombres poseían a sus concubinos y a estos eran a los que lucían en público; más en las cortes griegas, incluso las mujeres de los senadores poseían esclavas a las que volvían sus parejas. En la actualidad, en algunos países es normal aceptar las preferencias sexuales de sus habitantes, pero en otras, donde predominó la religión; es un tema de deshonra y tabú. -Sirvió la taza y colocó la misma sobre un platito, dejando de lado una cucharilla y a disposición del joven la crema y los terrones de azúcar. Usualmente ese trabajo lo hacían los esclavos, pero a él le parecía molesto de sobremanera que los vampiros de categoría inferior -por no llamarlos impuros- estuviesen mas enterados de lo que acotencía en el palacio que otros altos cargos vampíricos. - Italia fue la cuna de la vida libertina, al igual que Francia; con deslumbrantes y lujosos burdeles vizantinos; más no me extraña que tu padre perteneciese a una época donde la religión tenía gran auge y por ello, viese con malos ojos su preferencia.


-Y si yo estuviese malentendiendo ese otro tipo de relaciones, imagino entonces que se refiere a las mismas relaciones que la mía... Los mortales.-Se había equivocado a propósito para darle una salida si bien quería retractarse.- Con respecto a tu madre... entonces creo que sabes que camino debes elegir para tu propio bien, puesto que el divorcio no es algo válido en los clanes, sabes?

Para que retractarse de lo que ya había dicho, además se sentía en confianza, y no creía que el mayor andubiera por ahí pregonando su conversación, en ese momento en que le servía el te y disponía del resto de las coas, se percató de que no había sirvientes, ya que eran tareas de ellos servir el té, pero menos mal que no estaban, no quería que ellos se enterasen, entonces si ellos estarían pregonando sus intimidades.

No te preocupes, creo que puedo hablar libremente, lo se, he estudiado mucho, aunque no viví en esa epoca, se de todo ello, pero pensando en mi padre se que la idea no le va a gustar, aun que no dudo que tal vez paso por esa epoca, pero conociendolo, es mas bien del tipo conservador, de haí que se interese en casarme. Tambien con respecto a relacion humano-vampiro, pues la mayoría de mi familia los detesta, y yo, al menos les tengo cierto aprecio e interes en la forma en la que viven su vida que es verdaderamente corta.

Toma la cucharilla, vierte un terron de azucar a su te y sirve un poco de crema, el aroma del te era esplendido y no se diga del sabor, había acercado sus labios a la taza, sorbiendo un poco por lo caliente que se encontraba, pero apesar de eso estaba delicioso.

Es muy amable de su parte el que haya querido dar un giro diferente a la platica, pero como dije, ya me es muy comodo hablar de esto con usted. Por cierto esta delicioso el té, gracias por la invitacion.

Le observó fijamente unos instantes y sonrió complacido por sus palabras. Usualmente era extraño que los jóvenes se le dirigiersen con tanta naturalidad, después de todo; era un antiguo, o un intento de, por ello; le trataban con distinción y respeto, mismo que radicaba casi en el temor. Dio un pequeño trago al té, sintiendo su textura en los labios. Cabía mencionar que era un té bastante fuerte, diríase concentrado; que los mortales encontrarían amargo, pasado o muy desagradable, pero solo así los vampiros eran capaces de apreciar su sabor, ya que la comida les sabía insípida o desabrida y solo tras concentrar el sabor de cualquier alimento, podía apreciarse su sabor natural.

-Como verás, no cualquiera habla con tanta naturalidad, y como pudiese apreciarse erróneamente, no es de extrañar que yo me interese por los más jóvenes, sino que los antiguos se han encargado de infundirles respeto a através del temor, y el mantener el orden a veces les lleva a tomar desiciones equivocadas... como decirlo, creen que deben aferrarse a sus creencias, pues si dan su brazo a torcer, pierden credibilidad. -las paredes tenían oídos, eso era seguro; pero no estaba diciendo nada que otros no hubiesen dicho ya, y como no solía morderse la lengua para hablar, continuo.- Por ello, sus ideas retrógadas no encajan con la época y ello nos pone indiscutiblemente en desventaja contra los vampiros de otros países como Norteamérica, los cuales ya muestran avanzadas tecnologías a base de luz ultra violeta y nosotros... Mantenemos nuestro fino arte y las santuosas capillas sixtinas.

Estaba seguro de que metería en problemas al chico por darle a conocer sus razonamientos, pero a fin de cuentas; era un chico muy despierto que tenía otras metas que agachar la cabeza y balar como el resto del sumiso rebaño.

Es verdad, tal ves en unos cuantos meses vaya a Norteamerica, tengo deseos de saber mas de aquel país, he estado en el oriente, de hecho la mayoría de mi vida la pase allá, me gusta su cultura y apesar de ser tradicionalestas, no se cierran tampoco a la posibilidad de ver mas alla, actualmente tambien ellos tienen una gran tecnologia y su politica tambien es algo diferente, aun que con algunos rasgos tradicionalistas, pero ir a Norteamerica para mi sería algo productivo, estudiar la política.

Bebio de su taza, saboreando el té, no hacía falta azucar, se perdería el verdadero sabor del té, y con respecto a que si pudieran o no oir las paredes, que mas daba ya, el ir a Norteamerica era un pequeño secreto, pero se lo había dicho ya a Digabriello y los rumores correrian después, saber mas e ir mas alla de lo que estaba frente a ellos era algo que no se permitía con tanta facilidad, mas aun para los jovenes.

Señor Rosolli, hablando de política y asuntos de este tipo, me gustaría enseñarle mis notas, casi todas ellas hablan de la politica interna especificamente y a demas de las cosas que se pudieran cambiar si los antiguos, con ecepcion de usted, como los mandatos, y los movimientos internos, se que la politica aqui será dificil cambiarla, mas apra un joven terco como yo que aveces hace lo que quiere y sin el permiso de nadie.

Toma su pequeño maletín que había dejado detras de sí en la silla, tan solo para tenerla a la mano, hasta cierto punto estaba nervioso, era uno de los adultos con los que se ponía así hablando sería mente.

-En todo caso dispones de todo el tiempo del mundo para realizar dicho viaje, pero, aunque lo poseas; no lo postergues, o de lo contrario, todo el tiempo del mundo será poco si dejas para mañana lo que puedes hacer hoy. -Observó sus movimientos atento, intrigado de poseer entre sus manos los escritos que habría de cederle y por supuesto; con la maliciosa pregunta depor qué se sacudía tanto, como si estuviese incómodo o nervioso. Supuso que se debía irremediablemente a que estaba delante de un antiguo, y aunque no encajaba enteramente en el mote, el trato distintivo solía traerle algunos problemas.

-Vaya, de manera que yo no necesito cambios... bueno, sé que si los otros antiguos estuviesen en mi posición y todos estuviéramos parejos, de igual manera tendría yo algunos cambios para realizar a fin de mejorar más y más; puesto que con su pequeño halago, me ha puesto de perfecto o de... chocolate* -Sonrió con tranquilidad, un poco divertido de la pequeña broma. Difícilmente podía permitirse bromas mayores, puesto que los jóvenes rara vez se reían, optando siempre por disculparse o retirarse del recinto, lo cual no era del todo agradable.

-Me agradaría leer aquello que tuvieses para mostrarme, quizás pudiese encontrar algo ajeno que resulte útil de cierta manera para tomar como propio, puesto que con el paso de los años; nuevas teconologías y conocimientos van saliendo y no todas las viejas cabezas sabemos ponernos al corriente si no es con la ayuda de un ser que entiende más de su época que de las pasadas.





*De Chocolate/Papel: Forma de decirle a una persona que sus desiciones no cuentan o que no es necesario tenerle en cuenta por su falta de aportación a un grupo común.

Bueno el ser de chocolate, no significa que tal vez se descarte del todo, aun que siendo usted el mas joven de los antiguos sabra a que me refiero, el viaje que planeo emprender se demorara unos cuantos meses, o al menos espero sea un mes, tengo trabajo pendiente dentro del consejo, y no solo por mediar algunos debates, sino que tengo asuntos administrativos pendientes, no he entregado los ultimos informes al principe, no quiero terminar siendo alguien irresponsable, no me gusta serlo, esta en mi naturaleza terminar lo que he empezado, asi que me tendra por aqui aaltas horas de la madrugada, tal vez hasta que salga el sol.

Seguia bebiendo de aquel té, le había gustado mucho, tanto que termino lo que tenía en su taza, estiro su mano para poder tomar la tetera y servirse un poco mas del te.

Si no le molesta me tomare la libertad de servirme mas te. Desea un poco mas?

No espero a que le dijera que si, cuando se dio cuenta ya estaban servidas ambas tazas.

Bueno mis escritos no son muy largas, la mayoria son pequeños ensayos y opiniones propias hacerca de la politica dentro del clan y las posibilidades que tiene de cambiar si a los jovenes se nos da una oportunidad de estar dentro del consejo,

-Tiene acaso dicho joven alguna desesperación que le orille al borde del suicidio? A pasos agigantados te diriges a ser en breve una cebolla seca y malhumorada con el ritmo de vida que llevas muchacho, aún tratando de ser responsable. -Replicó con calma, inclinando suavemente la cabeza tras aceptar la segunda taza; un tanto contrariado de no haber anticipado el deseo de su oyente ante la carencia del suave líquido herbal.-Si bien disponemos de todo el tiempo del mundo, no podemos dejar el trabajo relegado a medias; es verdad... pero por otro lado, debes tener un exacto equilibrio de lo que quieres, esperas hacer y haces, de lo contrario, el desgaste será fulminante.

Le explicó que si bien un trabajo bien hecho hablaba por la persona, y que en el caso de un vampiro, el desgaste físico era escaso, casi nulo, no lo era su estado mental. A esto nuevamente se refería a que su cerebro inflamado no le traería dolores de cabeza, pero que a fin de un tiempo le producirían demasiado tedio, irritabilidad y poco interés en su trabajo; al cual se forzaba a marchas impresionantes que le llevaban a trabajar desde que anochecía hasta el alba. Como ya había repetido, no necesitaban tal descanso pero eran vulnerables al sol.

-En resumen... ¿Si acabas con todos tus pendientes a largo plazo en unos pocos días en los que te azotes, en que trabajarás después? Lo mismo aplica a tus gustos, a las pasiones por el estudio, conocimiento y filosofía, acabarás seco; sin comprender el nudo de pensamientos que puedas tener.- Se tomó la libertad de alzar una carpeta y abrirla, sin dejar que el muchacho le mostrara una primera impresión con sus palabras; repasaba con su mirada las líneas hábilmente escritas, entrelanzándose unas con otras, dándole sentido al escrito.

Rió espontaneamente al oirle decir que estaba predispuesto a ponerse casi como un antiguo, o del hecho de malhumorarse, deja la tetera en su sitio y de nuevo empieza a beber de la taza, digabriello si que era diferente a los demas mayores.

No me preocupa mucho el hecho de que tengo trabajo, mas bien que como se han cambiado los limites de fechas y seciones, pues se han limitado a que los informes sean de manera trimestral y este trimestro no hice nada, y ya han pasado dos dias en que se supone debería haber entregado el informe, pero bueno, no importa, se que es lo que quiero y trabajo o no.. marchare a conocer cosas nuevas, se que soy responsable, pero creo que hasta cierto punto tiene razon, el que trabaje como lo hago terminara aburriendome y no tendre mas que hacer, y lo que menos quiero es dejar de studiar y tener mas conocimientos.

Suspiro un poc al ver como una de aquellas carpetas que llevaba, le gsutaba la idea de que examinara sus escritos, aun que no fueran tantos, pero sabia que la mayoría de ellos habian sido escritos con la finalidad de dar ideas nuevas a los antiguos, para que se dieran cuenta que el mundo estaba cambiando rapidamente y que sus ideas debían ser mas flexibles, sin llegar a decir que sus pensamientos eran retrogrados y viejos.

Sonrió, repasando aquellas palabras, que una vez estuvieron en su mente, que aún seguía, aunque con otras respuestas tan acordes que simplemente se había quedado sin argumentos. Por momentos levantaba los ojos de su lectura y los posaba sobre el chico mientras murmuraba para sí, repasando algún concepto o comparándolo.

-Dime chico, has logrado dar respuesta a mi pregunta? ¿Como crearías tú una república de vampiros? ¿Como hacerte de un senado donde solo querrán estar los antiguos sin dar oportunidad a los jóvenes? ¿Como sabrás que esos jóvenes serán maduros y responsables para con su gobierno si no saben gobernarse así mismos? Entonces habrían allí antiguos para socorrerlos y aconsejarlos pero... si son de clan propio, estos les orillarán a actuar en beneficio de su propio clan, si son de otro clan; les harán cometer locuras que les lleven al despido. -Sonreía amablemente, sabiendo que ni él mismo tenía la respuesta a dichas preguntas; podría calificar el escrito de utópico, pero muy centrado en como debía realizarse la reforma vampírica- Un vampiro rey debe hacerse temer y respetar, no solo respetar... Los vampiros son como los humanos en ese aspecto. Abusarán de la confianza de un rey al que otros respetan, pero si le temen, lo convertirán en un dictador... al que odebecerán por temor a que este los destruya con crueldad... y aún así existirán osados que se atrevan a quebrantar las reglas en pro de saber si recibirán un cruento castigo o solo era una vil amenaza.

Tomó los otros escritos en sus manos. Detestaba leer a la carrera como otros inmortales, gustaba de leer detenidamente y analizar el significado, no solo decir de qué trataba, si le era posible; inquiría en donde había ocurrido, en que fecha y que le llevaba a pensar así.

-Había un rey al que solían acusar de maldito, pero curiosamente, todos eran felices y vivían en paz en su reino, nadie robaba, nadie mataba... Y es que el castigo era muy grande. Él explicaría después a un invitado suyo que había enseñado a su pueblo. Dejó una jarra de oro en una fuente y esperó... algunos la veían, otros la usaban para beber, otros no se acercaban... y solo uno se atrevió a robarla; por que ni siquiera la devolvió. -Replicó el vampiro con una sutil sonrisa- El rey estaba mirando desde lo alto de una ventana, e hizo apresar al ladrón, al que azotó, torturó y empaló; abandonándolo en la plaza a la vista de todos. Dejó nuevamente la jarra en su sitio, y advirtió que vigilaría día y noche con centinelas... La gente tenía tanto miedo que nadie tocaba la jarra, después se acostumbraron a ella y frecuentemente bebían, pero la depositaban en su sitio posteriormente; ya nadie sabía si el rey observaba o no; pero dicha costumbre se transmitió a los viajeros, quienes veían que en ese pueblo se vivía sin crimen... El embajador por supuesto lo acusó de bárbaro y atemorizado partió del reino, aunque tiempo después admitiría que solo con temor en conjunto por un solo caos o ser, se trabajaba en equipo.

Mientras bebia de su taza de aquel aromatico tè, ve al mayor revisando sus escritos, iba a dar otro sorbo hasta que le reordo aquellas preguntas, las habìa meditado, pero le costaba un tanto contestarlas, ya que hasta lo que tenìa escrito era utópico.
Dio su sorbo a su taza y le observo detenidamente de nueva cuenta.

A decir verdad, aun sigo sin tener respuesta, son preguntas que tan solo con el tempo podrìan cotestarse, pero supongo que si usted me las hace es que alguna vez a usted se las hicieron y tal vez sigue sin contestarlas, pero puedo decir que para tener equilibrio de ambas partes, tanto joves y antiguos, la mezcla de ambos conocimientos puede que llegase a algo mas concreto, pero debe haber aceptacion de ambas partes o terminaria como siempre, nada para ningun lado. Los antiguos, queriendo o no, necesitan de los jovenes para saber lo que esta pasando en el mundo actual y los jovenes a los antiguos, en realidad creo que termino igual.

Sonrie, bebe mas tè y se calma un poco al escuchar la pequeña historia del mayor, y tenìa razon, mano duro es lo que se necesitaba y como el clan no solo se regìa por antiguos, el que debìa tomar una desicion de una nueva reforma tendrìa que ser la cabeza del clan, en este caso el principe, sin un principe preparado y con vision para un futuro el clan por mas antiguos que tuviera no serìa suficiente.

En ese caso, el que deberìa hacer el cambio en el el clan serìa el principe, sin el todo el clan seguiria sumido en la antiguedad, y los antiguos seguirian haciendo lo que mas les paresca, y a decir verdad, tanto tiempo que he pasado aqui, no le he visto participar en ninguna reunion, me pregunto si realmente esta interesado en su clan.

Pone sus manos sobre su barbilla pensando en que estarìa pensando el principe.

-Precisamente... la violencia y el miedo no son la solución, la destrucción y la míseria lo son. En su momento me hice las mismas preguntas, y en su momento las respondí de manera utópica, desde luego; pero otro antiguo se encargo de pulverizarlas al instante, entonces por frustración respondí de manera más agresiva. Avergonzado de mi proceder analicé ambas, la utópica era limpia, perfecta, una puesta en escena... y nadie quiere contemplar el fin del mundo pero...

Una sonrisa irónica y divertida se dibujó en sus labios, como si hubiera tenido oportunidad de contemplar mucho caos y destrucción, y vaya que lo había hecho. Entonces su lado oscuro comenzaba a aflorar, silencioso y frío; mientras sus ojos adquirían un tono dorado brillante que revelaba sus pensamientos.

-El Holocausto... antes de que un solo hombre los uniera, ¿cuantos judíos corruptos se asesinaban entre sí? ¿Cuandos enviiaban a sus vecinos? ¿Cuantos hablaban mal de otros? ¿Cuantos más despreciaban a otras razas que creían inferiores? -Negó y rió bajo, acariciando su cabello como si recordara- Yo estuve allí, leí sus pensamientos... no son personas diferentes al resto, solo tienen una religión distinta.

De pronto la mirada del mayor cambio, brillaba y su sonrisa era mas bien un poco fria, como aquellos de pensamientos y actos de maldad, pero no le asusto, tan solo termino de escuchar lo que decía.

Tal vez para ese entonces era yo demaciado joven para recordarlo, pero es verdad, seamos de diferentes razas, humanos, vampiros; puros o no; licanos o hasta esclavos, tenemos la tendencia de hacernos daño, así es nuestra naturaleza, ya se por bien propio o con un fin en común, al final, se termina dañando a mucha gente y aun que se alcance el objetivo, siempre habra algo que no nos parezca y vuelve a iniciarse aquel circulo.

Tomo de nuevo de su te, terminandose de nueva cuenta el contenido de la taza, su acompañante, tenía mucho conocimiento, mas actual que muchos de los antiguos que tan solo quieres vivir en su pasado, sin tener que preocuparse del futuro ya que todo seguía manejandose ala antigua y lamentablemente había mucos jovenes que no les importaba seguir aun con esas viejas costumbres, el era uno de los pocos revelde del clan.

-Pero no solo los humanos, los licanos y los vampiros incluso, son capaces de encontrar su nobleza ante el temor. Salvar a aquellos que aún tienen una vida por delante, sacrificándose... Un rayo de luz frente a su último aliento, quizás un acto de amor puro o simple sentimiento de acrecentar la especie.- Comenzó a referirse a las madres mortales que morían dejando que sus bebes viviesen.

Si estos tenían suerte, poseían padres y abuelos, sino; acababan en internados o en casas de adopción, algunos eran felices otros no; pero era un acto de amor maternal, puro y desinteresado, aunque ella no conociese el destino del niño y en todo caso, hubiese preferido vivir ella a poder saber lo que su vástago sufriría sin ella. O bien, los padres que ceden uno de sus riñones, para salvar a sus hijos; o en el caso más extremo, el amante que se quita los ojos para dárselo a su amada que no puede ver.

Como los licanos salvan a los cachorros para que estos vivan y prolifere la especie o como los vampiros ceden su legado a través de la sangre a un mortal -como él- y después mueren.

-La clave es sencilla... preséntales algo que les sobrepase y les mate de miedo, solo entonces conocerán su verdadera pureza... siempre y cuando otros tantos hayan enloquecido por el temor o en su caso, matando a otros para poder salvarse.