Otra Ciudad...(Priv. Aaron)

Caminaba a paso tranquilo por las limpias calles de la ciudad, acababa de llegar hacia muy poco y se alojaba en un hotel por el momento. No sabía si se quedaria por un tiempo en ese lugar o retornaria su viaje para ir a otro sitio. Su mente se encontraba dispersa, claro indicio de que necesitaba descanzar de tantas peleas.Pero como siempre su instinto de venganza como cazador se lo impedia, obligandose a si mismo a llevar su cuerpo hasta el limite.

Como consecuencia de su terquedad había estado sufriendo leves desvanecimientos, aunque no en batalla para su buena suerte; pero no le parecia seguro seguir corriendo un riesgo así, quizas visitara a un doctor para asegurarse de que no fuera nada grave.

Miró al cielo notando como la luna se asomaba por entre las oscuras nubes del cielo iluminando las calles y dejando los callejones en absoluta oscuridad. Sonrió de lado mientras llegaba a una pequeña plaza, se sentó en el borde una fuente para reposar y reflexionar con el sonido del agua, dejandose llevar por el silencio de aquel sitio.

- La verdad es que...Seria bueno si tuviera alguien con quien compartir...- Susurro para sí mismo contemplando la luna reflejada en el agua cristalina de la fuente.

Una noche con escasa emoción era una particular tortura para el vampiro amante de la adrenalina y la diversión. Del placer encontrado en el sublime pecado de hacer sufrir a los humanos de infinitas y creativas maneras, aquella noche para su desgracia las calles estaba prácticamente desiertas a pesar de que el clima rea agradable y el cielo ofrecía un preciosos espectáculo de estrellas brillantes pues estaba despejado. Estaba lejos de sus tierras natales, lo cual solía disgustarlo bastante, tal vez con los años se había vuelto más irascible, pero prefería estar en su cómoda casa en lugar de en lujosos hoteles en el extranjero donde no conocían sus caprichos o extravagantes pedidos. Había ido al teatro más temprano, le gustaba la ópera y aquel sitio realmente ofrecía maravillosos espectáculos que valía la pena presenciar siendo que estaba de visita en Italia después de tantos años. Tal vez por eso su humor se hallaba algo más cándido que en otras oportunidades, aquellas faceta cruel e inhumanamente despiadada que normalmente lo acompañaba en todo momento parecía estar sumida en un sueño liviano y tranquilo, haciéndolo sentirse ligero y con deseos de divertirse.

Si, quería jugar, pero no como acostumbraba, andaba con deseos de experimentar el burlarse de un tierno y deliciosos humano, engañarlo hasta tenerlo entre sus fauces y que la inocente criaturita no se diera cuenta de que el final estaba próximo hasta que fuera demasiado tarde. Sus ojos vagaban por los parajes de la plaza desolada seguramente porque ya era muy tarde para que los niños corretearan por allí y la mayoría estaba cenando o la siguiente función de la opera a aquellas horas. Chasqueó la lengua algo ansiosos de encontrar un nuevo y preciado juguete que volviera mas entretenida aquella noche. Sus labios se curvaron en una súbita sonrisa al divisar a un muchacho, no parecía muy alto, pero humano y fresco llamó su atención enseguida a pesar de que al encontrarse de espaldas a la luz del farol de la plaza no lograba distinguir del todo sus rasgos ni calcular su edad.

Por extraño que resultara a veces le divertía comportarse como un simple humano más, le resultaba verdaderamente gracioso y así fue como decidió encarar a aquel jovencito que parecía completamente absorto en sus pensamientos. Se acercó sin esforzarse por ser sigiloso pues pretendía que el humano notara enseguida su presencia. Observó primero el rostro del menor reflejado en el agua clara de la fuente para después aproximar al liquido su mano tocando la superficie con la punta del dedo índice generando una espiral en el agua transparente que deformo el espejismo.

-Buenas noches, ¿también eres turista? Es extraño que andes sólo en una noche tan bonita siendo que la mayoría se encuentra divirtiéndose por el centro, sobretodo los muchachos de tu edad – Aún si Aaron hubiera sido humano era evidente la diferencia de edades entre ellos, eso nunca le había molestado, los jóvenes eran de su agrado, pero a veces ellos se sentían algo incómodo al sentir que el vampiro los superaba en edad y sobretodo era ampliamente más experimentado que ellos.

Se exalto levemente cuando noto que la quietud del agua era rota por unas pequeñas hondas en su superficie y levantó la mirada con curiosidad buscando la causa; había estado tan absorto en sus pensamientos que no había notado la llegada de otra persona. Lo miró por un momento fijando sus orbes en los ojos del recien llegado, no le sentia un actitud amenazante por lo que se mantuvo tranquilo, pero la verdad no esperaba encontrarse con ningun humano por ahi.

-Buenas noches...-Le respondió cortesmente mientras se acomodaba para quedar de espaldas a la fuente y poder ver mejor al chico, al parecer mayor que el- No me agradan las multitudes, eso es todo- Le respondió con calma mientras se levantaba, apesar de que el extraño no se mostraba sospechoso estaba algo incomodo, quizas por aquel hombre no le parecia tan normal en el fondo, o alomejor estaba demasiado paranoico por su estado de salud que le hacia sentir vulnerable.

- Por cierto, mi nombre es Near....Y tu? que haces por aquí ?, si no te molesta decirme claro...- Pregunto con voz suave sin apartar su vista de el, contemplandolo con expresión calmada pero desconfiada.

No pensaba quedarse conversando con el, aun tenia ganas de dar un recorrido por las calles para ver si lograba encontrar algún vampiro esa noche, pero tampoco queria ser descortes con aquel hombre de aspecto agradable que se le había acercado.