Descanso de un largo viaje (libre)

Después de un mes en que habia postergado su viaje, por la inmensidad de trabajo y reportes que tenía que entregar, por fin se encontraba en la grandiosa Ciudad de Nuevayor, una ciudad completamente diferente a la suya, era moderna, había luces, y hasta cierto punto se podía trancitar con algo de luz solar, de verdad que era una maravilla moderna.

Había decidido caminar hasta el hotel, el taxi lo dejo relativamente cerca, era una ciudad muy poblada y tancitada, por lo que lo mejor sería caminar, afortunadamente no llevaba mucho equipaje tansolo una maleta que podía colgarse al hombro. No estaria mas de dos semanas en Nueva York, despues marcharía a la capital. Finalmente llego al Hotel uno de los mas lujosos, al menos se podía permitir esos lujos, entro y fuedirectamente a la recepción, ya había hecho la reservacion con un pago anticipado, asi que no podía haber escusas de que no estaba registrado, y asi fue la persona que le estaba atendiendo le decía que la habitación que usaría aun no había sido desocupada pero que podría arreglar otra para el, una mas pequeña, si es que no le importaba, en ese momento se enfado, y terino por esperar a que se desocupara su habitacion, no iba a seder a ese tipo de atenciones, o le daban su habitacion o terminaria por pagar otra mejor. paga una de las mas caras no iba esperar no mas de cinco minutos en el loby, arreglaron todo para que le dieran una nueva habitacion y de inmediato subieron la maleta de Allen, le dieron la llave, pero prefirio ir primero al bar a beber algo antes de poder descansar. Le habian puesto de mal humor, un trago lo ayudaria a relajarse.

Ya era bastante tarde cuando regresó al Hotel donde se hospedaba, aquel sujeto en el casino lo había hecho esperar demasiado tiempo, y para peor se había encontrado luego con aquel cachorrito indeseable pero penas le quito un poco de su preciado tiempo. Al menos había conseguid cerrar el trato exitosamente o aquel viaje habría sido por nada. No le gustaba demasiado Estados Unidos, demasiada gente, bullicio por montones y sobretodo toda aquella tecnología moderna a la que no acababa de adaptarse. Podía decirse que era demasiado antiguo en muchos aspectos, a pesar de que la tecnología le resultaba útil en muchas ocasiones no todo de ella le resultaba agradable. Su mente tal vez seguía siendo demasiado medieval para la época moderna. Había alquilado un elegante auto deportivo para moverse con libertad en aquel país, así que condujo desde las vegas hasta NY donde se hospedaba, hubiera podido rentar una habitación directamente allí pero las vegas era demasiado escandaloso para su gusto, demasiados turistas así que prefería hospedarse en la gran ciudad mientras durara su estadía en América. Había mucho tránsito, y esto empeoró un poco su humor, maldito país caótico.

Llegó recién al hotel cerca de la una de la madrugada, pidió su llave en recepción y una vez estuvo en ella fue directo a darse una ducha tibia, no es que tuviera frío, pero sentía los músculos algo agarrotados, siempre lo estresaba un poco conducir entre tanto tránsito. Luego de ducharse se puso ropa limpia y bajó al bar del hotel para beber un trago, era seguramente la última noche que pasaría en norte América, así que deseaba aprovecharla. Se sentó en la barra y pidió al barman un whisky sin prestar demasiada atención a las demás personas que también bebían allí. Cuando se lo entregó humedeció primero sus labios en la bebida para probar su calidad y luego bebió un trago largo que bajó por su garganta con aquella deliciosa picazón propia de la bebida fuerte.

Un aroma sospechoso llego de repente a su nariz, discretamente paseo la mirada por el sitio analizando a los presentes, había por allí otro vampiro, un pura sangre como él, pero no lo conocía o su aroma lo habría delatado de inmediato. Sus ojos se posaron en el rubio que estaba sentado un poco mas lejos, el dueño de aquella sangre de alta estirpe como la suya, al cual nunca antes había visto.

Había pedido un brandy, no era de los que bebiera algo fuerte, un brandy le relajaría y lo pondría mas relajado, disfrutando de el, finalmente le llevaron la copa, mesio el contenido mojandola, degusto el aroma y mojo sus labios, paso su lengua sobre de ellos degustando la finura del brandy, le dio un sorbo y sonrio al estar satischecho con el, da las gracias al barman quien le miraba muy efusivamente, pero no tenía intenciones de nada, al menos no con un americano y mucho menos humano.

Poco tiempo despues, pudo sentir la mirada de alguien, agudizo un poco mas sus sentidos, dandose cuenta de que se trataba de un noble, un noble vampiro, en su poco tiempo de estancia en el país no había persivido el aroma de sangre noble, solo de humanos y vampiros de baja estirpe. trato de localizar aquella mirada, pero demaciada gente se lo impedía a demas de que había muchos mirandole, se levanto, y camino hacia donde sentía aquella presencia, encontrando al dueño del aroma.

Buenas noches, espero no le moleste que me siente a su lado su majestad...

Le miro y sonrio, al verlo sabía de quien se trataba, era un estudioso, asi que no le costaba trabajo saber de quien se trataba al ver su rostro. en varias ocaciones le había visto en una o dos viajes a Londres por causas de trabajo, pero solo le había visto de lejos, pero se veía que era impresionante, de hecho le había llamado la atencion, pero por muy noble y buena estirpe, sería un tanto dificil, si aun asi era dificil ver a su propio principe, pero al tenerle asi de serca sería una oportunidad que no dejaría pasar asi de facil.

No estaba seguro si el otro había notado su mirada fija en él o si también había percibido el aroma de su sangre, pero ahora estaba acercándose. Cuando lo observó no fue porque tuviera interés en él, en realidad nunca le había agradado relacionarse con vampiros, solían repugnarle, y prefería a los humanos para divertirse, su piel era mucho más calida y su sangre mucho más deliciosa. No encontraba utilidad en relacionarse con los de su raza más que para realizar algunos negocios por lo que no lo hizo mucha gracia que aquel sangre pura se acercarse invitándolo a conversar, de todos modos debería sortear aquello un rato, al menos lo que le durara su bebida, no le agradaba ser maleducado con los de su especie, era buscar problemas gratuitamente. Por sus palabras era evidente que lo había reconocido, era un fastidio aquello de ser conocido en el mundo de los inmortales, a veces le pesaba cargar con aquel titulo de príncipe.

Podía ser terriblemente hipócrita si lo deseaba, y antes de deshacerse de aquel extraño quería averiguar si podía obtener de él alguna clase de beneficio, tal vez aquel encuentro que en un comienzo le había resultado bastante molesto podía ser útil en algo. Le indicó el sitió a su lado para que tomara asiento, manteniendo aquel semblante serio y severo que lo caracterizaba, que a la vez mostraba escaso interés en su nuevo acompañante.

-Veo que me conoces, pero yo no a ti, ¿Quién eres? –preguntó directamente acariciando con la yema de los dados el frío vaso con bebida que sostenía con la mano derecha mientras sus ojos analizaban los ajenos, intentando captar algo en ellos, no podía leer mentes, pero tenía un sentido de la percepción bastante desarrollado.

Sabia muy bien que conversar con aquel hombre sería dificil, mas aun sabiendo algunas pocas cosas del contrario, si en las pocas veces que le vio, era como si los de su propio clan o de echo de la misma espacie no le agradaban, hasta cierto punto un grado de desinteres en negocio o platicas de relevancia en su propio clan, era una persona muy dificil de tratar en muchos aspectos.
Se sento en la silla a lado, en aquellos ojos de dureza se podía distinguir que no era del todo vienvenido, pero al menos el no perdería la oportunidad de un intento de sacarle algo de aquella boca.

Gracias, es verdad no me conoce, pero al contrario tal vez me haya visto por sus tierras, mas bien en alguna que otra de sus reuniones con los antiguos de su clan, pero no importa, mi nombe es Allen Florit, soy uno de los mediadores entre los clanes, es un placer.


Se notaba que el principe no tenía muchos deseos de hablar, y la forma en la que había preguntado era directa, por lo que tal vez entablar conversaciones no era su fuerte y mucho menos con alguien de la nobleza mas aun siendo vampiro.