Visita nocturna

Tarde...era todo lo que su mente le repetia, tenia aquel delicioso aroma frente a su naris...y todo a su alcanse ¿marcharse? no era una opción en ese momento, abrio un poco la boca, respirando en aquella zona, jugar con la comida era su principal actividad.pero tampoco queria aterrarlo y que huyese, ese chico de verad le agradaba y no queria perder....¿perder que? ¿a su modelo de bocetos? ¿qué mas daba eso? era un vampiro, en un par de meses se mudaria, el chico le olvidaria y vivirian sus vidas tranquilos.
No era la primera ves que dudaba de un modo tan estupido...por eso diferenciaba entre la gent con la que gustba de charlar, y aquellos que serian su comida, pero no penso que llegase a tentarle tanto...bajo un poco las manos hasta abrazarle por la cintura, mirandolo de lado con una sonrisa sincera, y los ojos como si se estuviese esforzando en retenerse y la verdad es que asi era- Lo siento- susurro, antes de lamer su cuello y sintiendo como sus dientes crecian, comenzar a enterrarlos en la fina piel de su cuello.

Si alguna ves, alguno de los humanos se detuviese a sentir lo que realmente era esa moridad...no gritarian. Coloco una mano sobre su boca para acallarlo, era doloroso, obviamente, pues le enterraban algo afilado y grueso en el cuello, pero fuera de todo ese dolor, tambien habia un leve vestijio de adormecimiento y una sensacion electrizante que recorria todo el cuerpo del humano al momento de ser mordido. Aquellos que estaban acostumbrados, los esclavos de sangre bien podían sentirlo, ya logrando separar el dolor de ese pequeño placer.

La sangre de ese humano..sabía deliciosamente dulce, con un ligero toque metalico que invitaba a saborearse del modo mas pausado que desease, el liquido carmesi inundaba su boca por completo y cerro los ojos sujetandole con mas firmeza al ver que se removia, asustado seguramente, un calor reconfortante comenzo a llenar su cuerpo y poco despues de que sintio eso, lo solto; con eso bastaba, eso era todo lo que nececitaba para sobrevivir, y mas aun, ahora que esto no era mas que un "dulce" o aperitivo, pero para mala suerte de Andrew....la sangre solo exitaba a los vampiros- Espero que no te moleste...pero...jugare un poco contigo-Su tono sonaba algo apenado y pronto las orbes tranquilas y calidas del vampiro se tornaron tajantes, susonrisa cinica y sus movimientos felinos; No tenia dos personalidades ni nada por el estilo, sencillamente...la exitacion hacia salvaje a un vampiro.

Sintió primero su lengua rasposa y húmeda recorrerle el cuello y un escalofrío le subió por la espalda, ¿Qué demonios se proponía hacer? Siquiera le dio tiempo a hacerse una idea de lo que venía, sintió un dolor agudo en la zona del cuello, su piel era desgarrada pro algo filoso, era como si un par de agujas muy gruesas ingresaran en su cuello. Cerró con fuerza los ojos para soportar el dolor, cuando iba a gritar la mano del otro contra su boca se lo impidió, la mordió para que lo soltara pero parecía siquiera notarlo pues no la movió ni un centímetro. Ahora estaba verdaderamente asustado, ¿Qué clase de loco era ese? Comenzó a sentir un ligero mareo, estaba perdiendo sangre, podía sentirlo, pero en aquel momento el otro dejó su cuello así que Andrew volvió a removerse bruscamente intentando alejarse de él. Había sido todo una pésima idea, era su culpa por ir a la casa de un desconocido, seguramente un pervertido que usaba aquella historia de ser maestro del arte para capturar victimas como él y hacerles quién sabe que clase de cosas… tenía que pensar en un modo de huir de allí rápido.

Lo soltó y el joven dio unos pasos rápidos hacia atrás para tomar distancia del rubio, aún se sentía un poco mareado, pero no tanto como para no poder caminar o intentar llegar hasta la puerta. Se llevó una mano al cuello cubriendo la herida la miró luego descubriendo allí manchas de sangre, sentía su corazón latir demasiado rápido, estaba asustado y no había forma de que pudiera disimularlo. Al escuchar sus palabras dio otro paso hacia atrás pero para su mala suerte choco contra un caballete en el que se exhibía una de las pinturas haciéndolo caer al suelo junto con este. –Tks...Maldición –murmuró apresurándose a ponerse en pie de nuevo y dando una mirada rápida a la puerta, no estaba tan lejos, pero era arriesgado, el otro no lo perdía de vista, lo atraparía antes de que lograra llegar. ¿Cómo podía haber sido tan idiota para dejarse engañar de esa manera? De nada servía lamentarse, aquello ya era una verdadera pesadilla y tenía que encontrar el modo de salir antes de que pasara a más de una mordida.

Aquello seguramente fue lo más ridículo del mundo, pero fue lo único que su cabeza fuñe capaz de elaborar como pobre defensa de su integridad. –Si no me dejas ir ahora se lo diré a la policía! Se donde vives y vendrán a buscarte! –lo amenazó intentando sonar convencido aunque su propio argumento al escucharlo en voz alta le parecía tonto, a esas personas nunca les importa aquello, seguramente no era la primera vez que llevaba a alguien a su apartamento con esa intenciones, tal vez luego mataba a sus victimas…tragó saliva y dio otro paso atrás encontrándose ahora con la pared, sin dejarle más sitio a donde escapar.

Se relamió la sangre de la boca y sus pupilas comenzaron a temblar, lo había soltado de forma imprudente y no había alcanzado a lamer su herida para así curarla, se acerco a el ignorando sus palabras y le sujeto las manos colocándolas contra la pared, pasando la mano sobre la herida, saboreando los restos de aquel liquido vital en el mismo-- Tiendo a ser mas limpio en mis trabajos...y no como de las personas que me agradan... lo siento- Se disculpo con lo último de razón que tenía en el cuerpo; entonces volvió a abrazarlo, ignorando los movimientos qué el humano hacía para zafarse- Es inútil...no soy como tú- Canturreo contra su piel, lamiendo de su cuello a su oido, mordiendo este ligeramente sin llegar a romperle la piel.

Le hizo voltear, dejándole el rostro contra la pared y accediendo así con mayor facilidad a su piel, las manos del peli-negro, aun sujetas por una de las propias , por sobre su cabeza, mientras la otra, congelada a pesar de la taza caliente de café que acababan de beber, le levanto un poco la ropa, acariciándole la piel, bajando un poco para lamer la misma ya descubierta - ¿Es frío?- Pregunto refiriéndose a su lengua, sabiendo que si era así, trono los dedos y de inmediato las luces se apagaron, sus ojos verde, ahora de un verde opaco y amenazante- miraron por sobre su hombro el rostro del modelo- si te relajas... no te dolerá- Sonrió, Y le beso la mejilla, al tiempo que metía una de sus manos por bajo su ropa, acariciándole el pecho y parando a jugar con sus pezones -

No entendía que pasaba por la mente de ese sujeto, era demasiado extraño, su comportamiento cambiaba de un momento a otro ¿tendría alguna clase de trastorno de doble personalidad? Definitivamente estaba desquiciado, eso era seguro. Intento soltarse cuando tomo sus manos, pero era evidente que aquel hombre tenía mucha mas fuerza que él, sintió su cuerpo demasiado cerca del suyo cuando lo abrazó arrinconándolo contra la pared, su lengua recorría ahora el sitio de la herida, limpiando los restos de sangre, había escuchado sobre so…sobre las personas que se excitaban bebiendo sangre. Tragó saliva y forcejeo un poco intentando que se cansara y lo soltara, pero no obtenía más resultado de que volviera más fuerte el agarre. El dolor que sentía sobre su piel de repente desapareció, como si la herida dejara de existir, esto era absolutamente ilógico así que pensó que seguramente ante tal situación de estrés su cuerpo simplemente bloqueo el dolor en esa zona para que su mente se preocupara en lo primordial: escapar. Un escalofrió lo recorrió completo al sentir como mordía ahora más despacio la piel sensible de su cuello, sentía un hormigueo extraño en todo el cuerpo que no era capaz de poner en palabras.

De un momento a otro lo volteo de modo que su mejilla quedara contra la pared, de espaldas al rubio por lo que sólo llevando la vista hacia tras podía advertir sólo en parte sus movimientos. Soltó un gemido de dolor cuando lo hizo y cerro los ojos con fuerza en un intento de abstraerse de aquella situación aunque fuera por un momento y tener las ideas más claras, algo se le tenía que ocurrir. Cada vez que lo tocaba sentía como su cuerpo temblaba, su piel era demasiado fría en comparación a la suya, ¿Por qué era así? Había bebido algo caliente y además allí dentro no hacia tanto frío, era muy extraño. Su lengua era húmeda pero también helada, la sensación era extremadamente perturbadora. –Es…muy fría –se quejo moviéndose para que se alejara, intentando soltar sus manos lo cual era totalmente imposible. Las luces se apagaron y se sobresaltó viendo hacia todos lados como podía, la habitación había quedado en penumbras, y todo estaba muy silencioso, tanto que podía hasta escuchar el roce de su piel y la contraria. Sus ojos se encontraron con los verdosos del otro, se sentía enfadado y frustrado por no poder defenderse. –Eres un maldito loco…-se quejó ante el beso en su mejilla y su comentario sin sentido. ¿Cómo esperaba que se relajara? No deseaba eso, no quería estar ahí, no quería que aquel desconocido lo tocara. No iba a dale el gusto de hacérselo tan fácil.

Es mas divertido si la comida huye- Susurro, mas para si que para su captor… claro que era fria...todo el era frio, estaba muerto despues de todo, ignoro por completo las quejas y bruscos movimientos que el humano hacía para escapar, mas bien no sintiendolo, siendo su fuerza en ese momento descomunada, aquel chico calmado que Andrew había conocido en la cafeteria ya no estaba alli...el verdadero vampiro que vivia dentro de Arcadio estaba a flor de piel, y solo buscaba divertirse y saciar su livido.
-Me gusta el sabor de tu piel...pequeño modelo- Su voz tambien era mas grave y ronca, dando a notar la creciente exitación que sentia ante todo eso, se estaba divirtiendo con esa situación, pronto, la ropa del modelo comenzo a desaparecer, siento su torso prontamente descubierto, su lengua lamio sus hombros, su espalda, bajando hasta el final de su columna vertebral, sujetandole con la mano libre las piernas para que no le patease, aunque tampoco le doleria si lo hacía.

Sonriendo, mordio sin fuerza su trasero, sentandose en el suelo entre sus piernas y doblandole las piernas le hizo sentar sobre su regazo, su boca rapidamente volvio a jugar con el lobulo de su oido, suspirando en el mismo, sintiendole estremecer de frio- Te resfriaras...Pequeño modelo- le fastidiaba, y lo sabía y solo por eso seguia con el mismo juego.

Fuera del departamento, se podian oir una gran cantidad de fiestas que comenzaban a crecer,l una justo sobre el departamento donde se encontraban...daba igual si el pequeño gritaba, nadie lo oiria.

¿Comida? ¡No era su maldita comida! ¿Sería que luego de aprovecharse de él iba a cortarlo en pedacitos para comérselo? Cosas muy extrañas empezaron a pasar por la mente de Andrew, cosas realmente macabras propias de películas de terror. Ya no sabía que esperar de aquel hombre, cualquier cosa era posible. Detestaba sentir su lengua saboreando cada parte de su piel, la sensación le daba escalofríos cada vez, su cuerpo se resistía a acostumbrarse a aquello, le repugnaba, pero por mas que luchaba no lograba alejarlo ni un poco, había cambiado completamente, como si se tratara de una persona completamente diferente a la que había conocido apenas unas horas antes. No supo como, pero de un momento a otro había logrado quitarle ya la mitad de la ropa, aquello no iba bien, nada bien, sentía la adrenalina correr por su sangre, sus pupilas estaban dilatadas por le miedo, y su corazón latía muy rápido, como si hubiera corrido unas cuantas cuadras. Le costaba trabajo respirar, como si la garganta se le estuviera cerrando sólo para aumentar su incomodidad.

-Su-suéltame…-se quejó cuando lo obligó a sentarse sobre su regazo, mientras seguía jugando con su lengua cuanto quería, sin ningún respeto por sus deseos, por nada. Se removió un poco sobre sus piernas, pues no planeaba dejar que todo eso siguiera sin que el opusiera resistencia hasta el final, no iba a dejar que todo fuera tan simple, intentaba patalear y darle e un buen golpe, pero era realmente imposible. Al moverse un poco sobre su regazo notó algo entre sus piernas que hizo que su corazón diera un brinco, ese hombre estaba excitándose con él…

Detestaba cuando le hablaba con aquella voz al oído, cuando respiraba en el, pero sobretodo cuando su lengua húmeda recorría su cuerpo tibio, cada vez más tibio, totalmente ya fuera de su control. Pudo mover un poco la cabeza cuando el otro se distrajo por un instante y le dio un cabezazo en medio del rostro, lo miro luego de reojo esperando ver si lo soltaba, pero casi ningún efecto parecía haber surtido en el otro, sólo se lo veía más enfadado que antes, eso no era para nada bueno…

...Una sonrisa curvo la comisura de sus labios, y en un rapido movimiento recosto al chico con la espalda contra el suelo y el entre sus piernas, haciendo presion en su entepierna, El chico era humano despues de todo y sabia que su cuerpo acabaria por reaccionar tarde o temprano, mejor tarde para él.

Le jugo con la lengua nuevamente, y paso una mano por su pecho, tirando de sus pezones y arañandole ligeramente ne la piel, volvio a incarle los dientes, probando nuevamente esa sangre, deliciosa y exitante presionandose mas contra su cuerpo. En algun momento su mano se perdio en los pantalones del chico, acariciandole los muslos y la entrepierna de forma distaida sin llegar a atenderla por completo, únicamente tanteando terreno, sus manos frias probablemente causarian un efecto contrario a al exitación en el chico.... ¿y a él que? en ese momento le daba igual la seguridad e integridad de Andew.
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Paso su lengua otra ves por sobre las heridas recien hechas, volviendo a curarle de forma casi mistica, le parecia chistoso que el humano aun no lo notase, sonrio al sopesar las ideas de lo que el pequeño pensaria sobre esa situación, violador, homosexual, y superfuerte...¿de verdad era tan poco astuto? -Dime...¿no temes a la noche?- Era una pregunta extraña viniendo al caso, pero le resultaba linda su cara de confundido.

Se sobresaltó al sentir como lo obligaba a costarse en el suelo, cerrando los ojos al sentir el golpe cuando lo hizo, se sentía tan inútilmente indefenso, aquello le molestaba muchísimo, se sometido de aquella manera por un desconocido y no poder hacer nada para evitarlo. Se mordió con fuerza los labios, casi hasta hacerlos sangrar, al sentir como volvía a morderlo, comenzó a sentir nauseas, y la visión se le tornó un poco borrosa, era una sensación realmente horrible. Su cuerpo temblaba por momentos, como si sufriera espasmos musculares, no sabía si era por el miedo o por lo que estaba haciéndole con sus colmillos, pero había perdido la mayoría del control sobre las respuestas de su cuerpo. Quería decir algo, quejarse, gritar, pero tenía la voz atorada en la garganta, y ningún sonido salía de ella. Era desesperante. Agradeció mentalmente cuando se apartó de su cuello, aquel dolor punzante había desaparecido igual de rápido que como había comenzado, pero ahora se sentía mas débil que antes, los ojos por momentos se le cerraban. Las fuerzas para luchar y resistirle lo estaban abandonando lo mismo que la capacidad de gritar, era como si sus cuerdas vocales se hubieran adormecido. ¿Le habría puesto alguna droga en el té? A esa altura ya todo era posible…

Movió la cabeza a los lados al sentir su mano intrusa en su pantalón, tocándolo en sus partes íntimas, aquello era peor que sus pesadillas, lo peor es totalmente en contra de su voluntad su cuerpo comenzaba a presentar reacciones extrañas, sentía como su entrepierna comenzaba a entibiarse, y su cuerpo a sudar, sentía también algo de sofoco, le faltaba la respiración y necesito abrir la boca para mejorar la entrada de aire. –Déjame…por favor…-murmuró ya casi rendido, cansado, empujando con los puños cerrados el pecho del otro para que se alejara, pero sin obtener ninguna respuesta, era como intentar mover un bloque de cemento, o una roca. No respondió a su pregunta, no quería hablar con ese sujeto, dejó la cabeza de lado, fijando la vista en la pared para siquiera verlo, respirando con cierta agitación haciendo todo lo posible por ignorarlo y porque su cuerpo se calmara.

Solto sus manos, ya habiendolo atontado con tanta perdida de sangre, le levanto las piernas hasta delarlas en su rodillas y con lasciva, lamio por sobre la tela del pantalon su miembro, estaba despertando, lo cual era bastante gracioso tomango en cuenta el contraste que comenzaba a hacer su rostro y su cuerpo.

-Dime...¿Por qué no te relajas y disfrutas? Mañana sera como si nada hubiera pasado- Era verdad, ya sabía que hacer en esos casos, aun no era lo suficientemente experimentado como vampiro para hacerle perder la memoria, pero si la conciencia y fingir que nada de eso había pasado, de ese modo se protegian, fingiendo ser pesadillas, viviendo en las sombras, solo bajo las palabras que conformaban un mito, vampiro.

Le bajo la cremayera del pantalon, no podía entiviar su lengua, asique indudablemtne eso le iba a dar frio, bajo un poco su ropa interior, y lamio el miembro del otro, sonriendo de lleno al ver como comenzaba a despertar, un hombre era un hombre, pasasen los años que pasasen. Lo introdujo en su boca, lo succiono un poco, le acaricio con los dientes cuidando de no hacerle daño y jugo con la lengua en la punta del mismo, una de sus manos, habiles, movia y rozaba la base del mismo para hacer doble aquellas sensaciones que comenzarian a invadir el cuerpo de Andrew, vario el ritmo de las caricias, intercalo el modo de usar sus lengua, su boca y su mano para atenderlo, sin dejarle ningun momento para pensar, buscando hacerle perdeer la razón, llevarlo a un nuevo nivel de placer que sabia a la perfeccion, el humano no conocia, por que ese era un tiopo de placer que solo quien vive años puede dar y aprender a disfrutar a al perfección.

¿Olvidarlo? No iba a olvidarse de aquello, era totalmente imposible, pero lo superaría, sabía que era lo bastante fuerte como para seguir adelante a pesar de todo… detestaba no poder mantener su vista enfocada, evidentemente había perdido bastante sangre y sus músculos escasamente le respondían, se sentía casi como un muñeco y le había empezado hasta a dar sueño cuando se sobresaltó al sentir aquella humedad en su entrepierna, su lengua fría estaba haciendo de la suyas allí abajo, humedeciendo su miembro, jugando como quería con él, lamiéndolo y estimulándolo. Una serie de gemidos se escapó por sus labios, los apretó intentando evitar aquello, era demasiado vergonzoso, después de todo se suponía que debía resistirse en lugar de ceder ante sus atenciones, pero su cuerpo parecía no pertenecerle. Sentía la excitación aumentar cada vez más, aquella necesidad crecía inevitablemente, su cuerpo estaba más caliente de lo normal y sus piernas temblaban un poco ante aquella lengua traviesa que lo excitaba. Apretó los parpados y arqueo ligeramente la espalda dando un golpe en el suelo con uno de sus puños. Detestaba que hiciera aquello con su cuerpo, que lo obligara a perder el control, como si encerrar a su razón en una pequeña y oscura cajita dentro de su mente para que se liberara a sus deseos.

Ya no podía pensar demasiado, el placer que el otro le proporcionaba tan sólo con su boca era algo que no había conocido antes, comenzaba a volverse peligrosamente adictivo…llevó una mano hasta los cabellos del rubio y tiro de ellos con cierta desesperación, enredando sus dedos en las hebras doradas. ¿Qué importa todo ya? Al demonio con sus principios, ya se preocuparía por todo eso al día siguiente, ahora sólo quería seguir sintiendo aquello, quería ver que más podía enseñarle Arcadio. –Suspiró largamente y con gran esfuerzo intento articular algunas palabras. –Me… me gusta…-murmuró sintiéndose avergonzado por aquello, sus mejillas estaban rosadas tanto por la excitación como por la vergüenza. ¿Cómo podía ser algo como eso tan placentero? Nunca había pensado en acostarse con un hombre, siquiera lo había hecho aún con una mujer… pero sentía algo de curiosidad ahora que tenía a uno entre las piernas.

Saco el miembro del humano de su boca, con un hilo de saliva entre ambos, y sonrio lascivo...se había rendido ya, eso era todo lo que nececitaba, le acomodao un poco mejor las piernas sobre sus hombros y llevo una de sus manos a estimular mas el pecho del pequeño, jugueteandole con los pesones, mientras su boca volvia a encargarse con habilidad de la hombria ajena, estaba ya bastante despierta, a pesar del frio que debía sentir por el simple hecho de ser el.
-Levanta un poco las caderas- susurro, facilitandosele asi abarcar toda la extension de su entrepierna, sus manos jugaban delineando el fino cuerpo bajo el propio, acariciandole con las llemas de los dedos para hacerle estremecer, los pequeños gemidos que escapan de sus labios eran una delicia sin duda, musica para sus oidos en el sentido mas literal de la palabra.

Ahumento otra ves el ritmo del vaiven de su boca, sintiendo algo pegajoso comenzar a asomarse en su miembro, probandolo con descaro y succionando un poco, lo saco de su boca entonces, pero no le dejo desatendido, comenzo a lamarlo de forma insistnte, de la base a la punta, como si de un cachorro se tratase, con una de sus manos sujetaba el miembro, mientras su lengua hacia de las suyas lamiendolo tan lentamente como podía, disfrutando del sabor del pequeño y la calides que ya trasmitia.

Todos sus toques lo estremecían, cada vez que su piel fría rozaba la suya era electrizante, la diferencia de temperatura aunque al comienzo había sido molesta e incómoda ahora se había vuelto curiosamente agradable, sobretodo en la zona de su entrepierna, pues la sentía demasiado caliente y la lengua fría del contrario le proporcionaba un cierto alivio por momentos. Siguió sus indicaciones y levantó un poco sus caderas para darle mejor acceso, quería sentir más de aquel delicioso placer, sentía todo su cuerpo húmedo, pero sobretodo su hombría la notaba hinchada y dura. El mayor no detenía en ningún momento sus atenciones sobre él, podía sentir algo de líquido asomar por la punta e su sexo y la lengua del otro capturándolo enseguida. Empezaba a doler, era placentero, pero dolía allí en la punta donde aquel fluido pegajoso y blanquecino asomaba ahora en mas grandes cantidades. En ese momento otro espasmo fuerte atravesó su cuerpo y dio un gemido algo mas alto que los anteriores, arqueó más la espalda despegándola un poco del suelo y sintió todo su mundo vibrar.

Jadeaba, con la respiración entrecortada, sintiéndose algo cansado y mareado, le latían las sienes, y su cuerpo aún estaba caliente aunque su miembro ya había dejado de doler. Apoyó los antebrazos contra el suelo para poder incorporarse un poco y ver al mayor, sentía algunas gotitas de sudor que caían por su frente y se perdían en la base de su cuello. Poco a poco estaba volviendo tomar conciencia de lo sucedido, se lo veía bastante pálido consecuencia de la perdida de sangre, y su rostro ahora expresaba más confusión que otra cosa.

-¿Qué…? ¿Qué fue…? –era una pregunta demasiado tonta, pero no era capaz de decir otra cosa.

Cerro los ojos, deteniendo los movimientos de su boca, y sonriendo relamio sus labios, tragando ese tibio liquido, sabía extraño, pero no desagradable, su boca auntenia algunas manchas de lo mismo y el mismo miembro del pequeño seguia escupiendo un poco del mismo, asique aprobechandolo, subio a besar sus pezones para distraerlo, mientras su manos habil, se empapaba con la especia del pequeño, bajando a su entrada, acariciandole sin llegar a meter nada aun- Orgasmo- Fue todo lo que dijo, tirando un poco de su pezon, buscando con sus labios los del modelo, coemnzando a besarlo de un modo mas feroz, abriendole los labios con la lengua y acariciando la agena.

La tibiesa del humano comparada con la propía le agradaba...le gustaba la vida, por eso siempre cuidaba no matar a los humanos ni a ninguna criatura viva...los envidiaba, envidiaba ese tono rosaceo en las mejillas, ese gusto por las cosas frias o calida, el tono de su piel, esas alegres sonrisa...todo....todo demostraba una vida que el no tenía habiendo nacido como un no muerto...- Te dolera- Advitrio, comenzando a introducir apenas la punta de su dedo, cuidando de humedecerlo varias veces antes de ingresrlo por completo, sintiendo aquella parte estrecha, moviendo un poco para ensancharlo-

Aún podía sentir su cuerpo caliente, y la piel mucho más sensible de lo normal, sus labios subieron a sus pezones humedeciéndolos, jugando con ellos haciéndolo gemir suavemente y retorcerse un poco, pero no para liberarse, sino porque no estaba acostumbrado a todo aquello y no sabía como controlar lo que sentía. Se sorprendió cuando lo beso, en realidad no lo esperaba, pero fue agradable y también logró calmarlo y poco y darle algo de seguridad. Llevó una de sus manos al rostro del otro, acariciando un poco su mejilla mientras cerraba los ojos perdiéndose en aquel beso apasionado, en el que sus lenguas jugaban a tocarse y bailar juntas. Era agradable a pesar de ser tan fría, y se notaba su experiencia en aquel besar, a diferencia de él que era algo torpe a la hora de seguir el ritmo del beso, dejando que el otro lo guiara. Sentía sus mejillas sonrojadas, calientes, presionó la yema de sus dedos contra su mejilla algo nervioso, tenía algo de miedo en realidad, pero no quería que fuera demasiado evidente o el otro se burlaría de él. Aquella era su primera vez, y temía que doliera demasiado.

El rubio confirmo su sospecha, el pequeño se puso más tenso ante esas palabras, aunque sabía que eso no era buena idea y era mejor si se relajaba le resultaba imposible hacerlo. Sintió como uno de sus dedos tocaba su entrada, sin llegar al comienzo a hacer nada, pero produciéndole más nerviosismo ante la expectativa. No quería decirle que alela era su primera vez, se sentiría más humillado al hacerlo, así que sólo aguantaría lo mejor posible lo que siguiera. Tragó saliva y cerró los ojos apretando los parpados al sentir como comenzaba a introducir su dedo en su interior, apretando con fuerza los labios para no dar un grito de dolor, era horrible, incomodo, y no el gustaba para nada. Movió un poco la cabeza a los lados y tomó uno de los brazos de su acompañante apretándolo con sus dedos. Fue aun mas incomodo cuando comenzó a moverlo pero aguantó sin que las lagrimas que empezaban a formarse en sus ojos escaparan de ellos, no iba a llorar, era demasiado humillante.

Era tan...asquerosame adorable, y solo hacá que se exitase mas y mas con esas lindas reacciones.

Lamio su mejilla, volviendo a buscar sus labios, esta ves mas lento, lamiendo su lengua, sus dientes, recorrdiendo cada parte de aquella humeda cabidad; luego cuando movia mas su dedo, masajeaba los labios del modelo con los propios para relajarle, degustando su sabor, era doloro...intentaria que le doliese lo menos que podia...le gustaban mas sus gemidos que los gritos que había profesado antes, "es dificil disfrutar el sexo si tu pareja no lo hace" siempre había pensado de ese modo, y esta ves lo estaba corroborando.

Sonriendo se separo un pcoo de sus labios, y bajo hasta su entrepierna nuevamente, lamiendola de la punta a la base...bajando un poco mas hast a su entrada, y sacando el eddo que alli exploraba, comenzo a lamer la zona de forma isistente, buscando humedecerlo mas y mas, cuanto pudiese- ¿Tendre que cubrirte la boca otra ves... o podras soportar el dolor?- No estab ateniendo exactamente tacto, o siendo delicado, pero almenos esta ves le estaba preguntado.

Su propia entrepierna dolia y palpitaba isnistente dentro de su pantalon, y lo único que queria hacer ya era penetrarle, pero si veia algo mas de sangre...acabaria pro perder el control y probablemten le mataria, y no es algo conveniente asesinar una figura publica....y en si el chico le agradaba como para matarlo.

Su boca contra la suya lo tranquilizaba, le daba seguridad, y lo hacía olvidarse un poco del dolor, le gustaba jugar con su lengua de aquella forma, lo hacía sentir bien. Este segundo beso fue más simple de seguir, al ser mas lento podía corresponder a sus juegos, disfrutando mas de su sabor y de cada vez que sus lenguas se rozaban. Abrió sus ojos claros cuando el otro dejó de besarlo y lo miró un momento, viéndolo descender nuevamente del mismo modo que antes, regresando a su entrepierna. Bastaron unas pocas caricias de su lengua en esa zona para que su hombría volviera a estar ya bastante excitada,

¿Cómo lograba algo como eso con unos pocos toques? No podía comprenderlo. Sintió alivio cuando retiró su dedo, acabando así con ese dolor y dejándole solo el placer de su lengua jugando allí abajo. Su lengua reemplazo el trabajo de su dedo, primero lamiendo su orificio por fuera para después introducirla haciendo el mismo trabajo por dentro, aquello resultaba mucho mejor que antes, no dolía, y al contrario si era muy placentero. Comenzó a jadear nuevamente, su tórax subía y bajaba rápido debido al aumento de su ritmo respiratorio.

-N-no…no gritare…-murmuró apenas con un hilo de voz, le resultaba increíblemente difícil hablar, pues apenas lograba ingresar aire a sus pulmones, como si sufriera de taquicardia. Le sorprendió ver que era amable con el, que se preocupara de que no sintiera dolor o molestia, de que intentaba que él también disfrutara de aquella experiencia, no pensó que sería así, pero se lo agradecía. Era muy excitante sentir su lengua revolviéndose en su interior, humedeciéndolo por completo, logrando lubricarlo y a la vez dilatándolo para lo que seguía, pero siquiera quería pensar en eso, pues significaba que volvería el dolor.

Lo miro fijo durante unos momentos, sacando la lengua de la cabidad agena y mirandole de reojo, volvio a introducir un dedo en el, esta ves con mas facilidad, moviendolo de forma habil, acariciando las paredes internas como si buscara algo en especifico dentro de él, la parte que mas le gustaba a Andrew que le tocase, vago un momento en aquel lugar, disfrutando de los rostros que ponía, era tan adorable..entonces un gemido escapo de su garganta, y sonriendo le volvio a acomodar las piernas, sobre sus hombros, deshaciendo sus pantalones, y apoyando la punta del mismo en la entrada del otro.

Se alzo hasta llegar a su boca, besandolo aun mas lento y pausado que antes, mientras lentamente se introducia en el, sujetandole la cabeza apra que la mantuviese quieta, y el pudiera obrar a gusto en esta, su miembro cada ves mas y mas dentro de la cavidad del pequeño, el cuerpo del chico temblaba bajo su tacto, y seguramente yua habría comenzado a llorar por el dolor, pero no queria verlo, asique intensifico el beso, casi quitandole el aliento al otro, entrando al por completo finalmente, y quedandose quieto un momento para dejarle habituar.

Lo embistio despacio la primera ves....un poco mas fuerte la segunda, y desde la tercera penso que perderia el control.
Estaba apretado, y todo por que el chico se había vuelto a tensar, apreto los ojos soltando sus labios a regañadiente- relajate...o dolera mas.

Esta vez no le dolió cuando introdujo su dedo, al parecer que ya estuviera humedecido y que antes hubiera jugado con su lengua había sido de gran ayuda, apenas sentía su intrusión como molesta, al contrario, era agradable sentir cono lo movía en su interior en especial en un momento en que logró arrancarle un buen gemido de placer. Sintió liego como lo quitaba y volvió a ponerse algo nervioso, abrió un poco los ojos y lo miró para ver que se disponía a hacer ahora, estaba terminando de quitarle la ropa que le quedaba y acomodándolo mejor. Tragó saliva con nerviosismo y luego aspiró aire intentando relajarse pero la verdad sentía bastante pánico. Fue algo mejor cuando se acercó y lo volvió a besar, aquello lo abstrajo un poco pues le gustaba el sabor de su boca, y no se concentró en nada más por unos instantes breves hasta que el dolor volvió a molestarlo. Sentía sus piernas temblar, todo su cuerpo incluso, en espasmos de dolor. Apretó muy fuerte los parpados y aunque hubiera deseado gritar era imposible pues el otro le impedía que apartara sus labios de los suyos. Comenzó a gemir rápido dentro de la boca ajena y a removerse un poco debajo de su cuerpo.

Llevo una de sus manos a la espalda de el y agarro la camisa que llevaba con fuerza, intentando resistir ese dolor punzante que sentía que lo mataría. Por más extraño que resultara no lloró, le esforzó contenerse, pero no lo hizo, mantenía los parpados firmemente apretados para evitarlo. Podía sentir la hombría grande del mayor en su interior, caliente y palpitante. De un momento a otro lo embistió, primero despacio sin causarle mucho dolor y luego más fuete haciendo que le moridera los labios en señal de que le dolía. Escuchó su comentario y abrió apenas un ojo y tomó algo de aire por la boca para poder responder.


–Es que…no puedo evitarlo…duele….-se quejó con las mejillas enrojecidas, aún no encontraba placer en sentirlo dentro, pero tenía que tener un poco de paciencia al acostumbrarse, ya le habían dicho que la primera vez siempre es dolorosa. Se removió un poco más y se cubrió los ojos con su antebrazo, tal vez simplemente era mejor que terminara rápido, al parecer no había forma de que no le hiciera daño. –Esta bien…lo aguantaré -murmuró unos instantes después sin mirarlo.

Sus ojos parecieron calmarse, y la verdad es que comparado con otras ocaciones estaba siendo demaciado suave, frustrado cerro los ojos...en momentos asi el no era para nada considerado...es mas, era brutal, sin importarle el bienestar ageno, ¿había sido tan deliciosa su sangre que solo queria retenerlo para seguir bebiendola...? La verdad si, pero los esclavos de sangre no iban con el... coloco ambas manos en las piernas del otro, hirgiendose para comenzar a penetrarlo mas fuertemente, sintiendo sus gemidos y pequeños gritos ahogados productor del dolor, pronto sintio mas humedad dentro del otro, suponiendo que algo de eso seria sangre,y luego de un momento su olfato se lo confirmo....eso era malo, para el humano.

Comenzo a moverse con mas y mas fuerza, el olor de la sangre de Andrew le hacía enloquecer y deseaba hacerlo sangrar mas y mas con tal de probar esa sangre, bajo hasta su cuello lamiendolo, y rasgandole un poco la piel con los dientes, sin llegar a sacarle sangre, se quedo respirando alli, mientras lo embestia una y otra ves, su cabeza temblaba. Lo iba a matar, si lo volvia a morder, 1 de 2, perdia la conciencia o 2 perdia la conciencia y acababa muriendo por falta de sangre, chasqueo la lengua pretando con fuerza los labios contra su hombro, embistiendolo mas y mas fuerte intentando controlarse...."deja de beber para beber otro dia"....Maldita sea, su sangre le había encantado, aunque fuese "para llevar" lo iba a dejar vivir por ahora...satisfaciendo su livido podría bastarle, almenos por esa noche.

Con ese pensamiento abrio los ojos, lamiendole la mandibula y luego los labios, sin llegar a besarlo, escuchando atento los pequeñso gemidos que afloraban en su garganta, buscando distraerse de cualquier forma de ese aroma que inundaba la habitación.

Pensaba que el dolor desaparecería cuando se acostumbrara a aquella sensación, tenia la esperanza de que al igual que había pasado antes luego del dolor vendría placer, pero no fue así. El otro estaba penetrándolo mas fuerte que antes, demasiado seguido sin darle el suficiente tiempo a su cuerpo a que se adaptara a aquella rudeza. Intentaba quejarse lo menos posible, pero cada tanto gemía un poco con dolor aunque mantenía los ojos firmemente cerrados evitando mirar al vampiro. Deseaba que eso terminara de una vez, no sabía cuando mas duraría, pero comenzaba a resultarle una verdadera tortura no sólo física sino también psicológica. El vampiro se satisfacerla en algún momento, que esperaba que llegara pronto o acabaría realmente desecho tras sus duros tratos. Aquel ser tenía mucha mas fuerza que alguien normal era lógico que tratándose de su victima un humano le terminaría haciendo daño si no medía su intensidad, y aquello no parecía importarle en lo mas mínimo. Podía notar como algo tibio se escurría entre sus piernas, era su propia sangre que estaba brotando de su cavidad producto de las heridas internas que el rubio había provocado.

El otro, lejos de apiadarse de su condición parecía encontrarse más excitado que antes, sentía que acabaría partiendo en dos de seguir moviéndose con tanta fuerza sin ninguna consideración. Sintió su lengua y luego su respiración cerca de su cuello, ¿iba a morderlo de nuevo? Tembló ligeramente ante ese pensamiento, pero no podía pensar, su mente sólo se concentraba en intentan resistir aquel dolor que se volvía a cada instante más intenso y punzante. La cabeza le daba vueltas, y sentía que en cualquier momento se desmayaría, no era tan mala idea, al menos dejaría de sentir. Poco le importaba ya morir en ese momento, sólo quería que ese dolor desapareciera, no quería volver a sentirlo nunca más.

Sintió después su lengua recorrerle los labios, podía notar lo excitado que se encontraba, jugaba con él como le daba la gana, y nada podía hacer, veía borroso y aunque intento enfocar la vista en el techo le fue imposible, así que volvió a cerrar los parpados. –Ya…ya déjame…-agregó en un susurro apenas audible con la poca fueraza que le quedaba, su conciencia abandonaba su cuerpo, dejándolo por completo a su suerte en las garras de aquel hombre despiadado.

Lo beso otra ves, cerrando los ojso con fuerza, sintiendo como estaba ya por llegar a su climax, su interior calido y estrecho, la sangre que escurria del mismo, los sonidos y rostros que ponía el humano pelinegro bajo sus brazos lo volvian loco, jadeo con fuerza contra sus labiso, soltando un sonoro gemido cuando se virtio contra el, manteniendose asi un momento mas, mientras su cuerpo temblabla por el orgasmo...

Entonces noto que el humano no se movia y algo asustado salio de el, y humedeciendo sus dedos lo mas que pudo con su saliva, los introdujo en el otro, buscando curara las heridas que seguramente le abria hecho, la saliva de vampiro seria para curar mas facilmente a los humanos.

Ya mas calmado cerro los ojos esperando un momento antes de abrirlos, estos nuevamente se volvieron tranquilos, y apresurandose al baño cogio una toalla para limpiar las piernas y trasero del modelo, arreglandole la ropa y recostandolo en su propia cama, cerrando pronto las ventanas pues suponía la venida del sol, y cogeidno un par de mantas, se sento en el suelo junto a la cama, cerrando los ojos...estaba cansado y tenía sueño...solo esperaba que el humano recordase su "alergia" al sol y no abriese las cortinas....o se daba por muerto.

Afortunadamente para él había perdido la conciencia, ya no sentía ningún dolor, todo lo malo parecía haberse esfumado casi tan rápido como había ocurrido. No supo nada de lo que pasó después, siquiera notó cuando el otro lo levanto del suelo para dejarlo sobre la mullida cama. Estaba sumida ya en un mundo de sueños sin pesadillas. No le importaba si nunca despertaba, allí no había cosas que le hicieran daño, incluso pudo por un instante ver a su padre. Al sentir algo tibio sobre el se acurrucó inconcientemente buscando mantener el calor, pero sin llegar a despertar, estaba demasiado cansado, y le dolía todo el cuerpo. Había perdido mucha sangre y se había estresado por todo eso, necesitaba descansar tanto el cuerpo como la mente, y cuanto mas tiempo durmiera mejor sería para su salud.

Pasaron unas cuantas horas, no sabría decir cuantas, pero durmió muy bien, tal vez porque nunca antes recordaba haberse sentido tan cansado en toda su vida. Cuando despertó abrió despacio los ojos, pero se sintió confuso al notar que el lugar estaba en completa oscuridad, le costó unos momentos acostumbrar sus pupilas a las tinieblas pero finalmente logró distinguir vagos contornos. Tardó un momento en reconocer el sitio que estaba, pinturas por todas partes, estaba en…aquel departamento. De repente los recuerdos volvieron como fugaces imágenes a su mente, imágenes de lo que había ocurrido la noche pasada. Sintió una puntada y se sobó un lado de las costillas, sentía su cuerpo adolorido y algo entumecido. Intento localizar a aquel hombre, tal vez había salido, o dormía, tenia que aprovechar para irse de allí rápido antes de que se diera cuenta.

Se puso de pie pero todo dolía bastante, sus piernas temblaron un poco pero con algo de esfuerzo no perdió el pie. Se acercó a una de las ventanas y abrió apenas la pesada cortina negra, afuera el sol se había ocultado ya hacía poco rato, al parecer había dormido todo el día…Suspiró y buscó su abrigo con la vista, al localizarlo lo tomó y se lo puso, tendría que encontrar las llaves, quería desaparecer y dejar de ver esas imágenes horrendas en su cabeza.

Cuando desperto, el chico seguia dormirdo, con algo de culpabilidad le arropo un poco mas, arreglandole las cobijas y algo perezoso fue a la cocina, tenia comida para aparentar que era humano, por lo que se puso a cocinar algo para ayudar al otro a recuperar la sangre y energia que le había robado. Arroz, pescado, carne roja, blanca, sopa, ensaladas, postres, azucar, sal, y un monton de manjares reposaban en la mesa, pero la verdad dudaba que el otro fuese a comerla y no era de sorprenderle....¿quién comeria lo que tu violador prepara? Se rio pensando un poco mas en eso, era normal despues de todo...si queria irse le dejaria y ya.

Bostezo un poco mirando por la ventana mientras acababa de cocer un pastel en el mini horno, fue entonces cuando sintio movimiento en la sala, y sonriendo se asomo cuidando de no asustarle- Lo siento, come algo antes de irte, o si quieres irte no esta cerrada- Hablo suave, buscando no intimidarlo...dejando bastante espacio entre el y la puerta para que fuese confiado...Arcadio era el mismo que la noche anterior antes de irse de Notre dame-

Dio un respingo al escuchar aquella voz que por un instante le helo la sangre, pensó que estaba dormido, o que con algo de suerte habría salido, peor estaba allí y eso lo inquieto de inmediato haciendo que tanto sus pulsaciones como sus latidos aceleraran considerablemente. Le tenía verdadero pánico, y por mas que intentara disimularlo le resultaba imposible mostrarse tranquilo ante su presencia. De la cocina venía cierto olor a comida, hasta ese momento no había sentido nada de apetito, después de todo tenia el estomago revuelto, pero ahora que aquel aroma delicioso llegaba a su nariz, su vientre dio indicios de que necesitaba nutrientes realizando un sonido extraño, Consecuencia de la sangre perdida necesitaba comer algo, pero no iba a hacerlo allí. Cocinaría algo ni bien estuviera a salvo en su casa, no quería permanecer en ese lugar un segundo más.

Podía ver que el otro se encontraba aparentemente tranquilo, se portaba con normalidad y gentileza nuevamente, pero no confiaba en él, sus cambios eran tan bruscos que dudaba de que estuviera del todo cuerdo. No, no dudaba, estaba convencido de que era un verdadero psicópata y que mientras lo tuviera allí enfrente su vida estaba en riesgo. Negó rápidamente con la cabeza rechazando la comida que le ofrecía, no aceptaría nada viniendo de él. Tomaría un taxi en la entrada, pues dudaba poder llegar mas lejos de la entrada del departamento, realmente sus fuerzas estaban muy disminuidas, de ser por él seguramente habría dormido unas cuantas horas más. Llevó sus manos algo temblorosas a los botones de su abrigo para cerrarlo mejor y caminó hacia la entrada, lo mas rápido que pudo, aunque esto no era mucho en realidad pues sentía aún sus miembros inferiores entumecidos. Una vez estuviera afuera, con el aire fresco de la noche todo estaría bien, aquella pesadilla habría terminado.

Sonrio algo apenado, alejandose aun mas de la puerta, encaminandose a su propio cuarto calmado...ts...buena la había hecho, seguramente el chico le diria a su representante o quien fuera que trabajase con el, por que había faltado, y el no podía darse el lujo de ser atrapado, asique sin siquiera enterarse de que su "invitado" se hubiese ido, cogio el telefono, marcando a al universidad en que trabajaria, informando un problema que tenía con la familia, y que por razónes personales habría de irse mas pronto de lo que esperaba, teniendo que rechazar el trabajo que tan amablemente le habían ofrecido, asintio apenado, y acepto el traslado que el rector de la universidad le ofrecia a una sede con la que tenia convenio...pero no podría aceptarla si el chico hablaba, aun asi fingio interes, dando el numero falso, al cual supuestamente podría localizarle en caso de nececitarlo.

Sintio la puerta cerrarse, y suponiendo que el chico se abria ido, se dirigio a la sala, viendo todas las obras que tenía allí....iba a dejar algo en aquel lugar, como en todos los que estaba, siempre era interesante volver luego de muchos años, a ver los cuadros que alguna fueron de el, bajo otros nombres, se fijo en la escultura de insinuantes curvas femeninas y sonriendo se sento en le suelo, tallando en la placa "Marco Barotti" como autor, y el nombre de la obra, un par de pinturas de paisajes de notredame tambien fueron firmados bajo el mismo nombre, con eso bastaria, ahora solo quedaba su maleta...se revolvio el cabello...era molesto, no había pasado ni un mes en esa ciudad...y ya debia marcharse, parecia que sin importar cuantos años pasasen, el no entendia lo que de verdad significaba ser un vampiro.