Ronda nocturna

aquellos ojos castaños le estaban seduciendo, y en cada caricia le estaba volviendo loco por dentro, estaba aguantandose las ganas de ponerse encima de el y hacerle muchas cosas, su mente estaba trabajando a mil, imaginando la manera en la que el mayor podía poseerle, sus piernas temblaron al sentir como le bajaba el cierre del pantalon, desbotonandolo y dejandose hacer a la manera del mas grande, casi siempre hacía lo que el quería, pero esta vez era lo contrario, dejaba que le hiciera lo que el mayor deseaba.

Te gusta lo que vez?

Pregunto al mayor cuando este le miraba demanera furtiva y lujuriosa, trato de incorporarse un poco para robarle una vez mas un delicioso beso, con la combinacion e todos aquellos sentimientos.

"Lo que veo, lo que toco, un suave perfume y dulces sonidos, no solo me gusta, me enloquece..."

Le empujó sobre la cama y lo retuvo, sujetándole de las muñecas. Sus uñas se clavaban en las sábanas, a cortos, escasos milimetros de hundirse en carne, pero ni siquiera llegaron a tocarla. Eran sólo una peligrosa cercanía

"Me gusta cuando siento calor y suavidad debajo de mí. Cuando se exigen mimos o rudeza, cuando se muestra docilidad o rebeldía...admito que mi inclinación es a ser cruel y a buscar placer en el dolor"

Mientras hablaba le liberó las manos y exploró lenta y minuciosamente su cuerpo. Delineó en besos los hombros marfileños y la esbelta garganta blanca como la de un cisne, se detuvo en los pequeños botoncitos en su pecho, que destacaban en la piel en un seductor color rosáceo, que torturó hasta que los capilares se llenaron de sangre y enrojecieron

Sus dedos se deslizaban por la curva de la cintura y la cadera y desopitaron un toque primero ligero como un soplo y de a poco más firme e intenso.

"Pero cuando mi bella víctima me agrada, hago lo que este en mi mano para complacerla. Dulce, malvado, tierno o perverso, mi objetivo es satisfacer un deseo"

Sus muñecas atrapadas, con un torso completamente desnudo y un pantalón a media cadera, solo faltaba un poco mas y estaría completamente desnudo, pero el deseaba que el mayor terminara lo que ya había empezado, el agarre fue fuerte, no llego a lastimar, pero agradable a su sentir.

Eres fuerte, pero hasta ahora no has sido cruel, rudo tal vez, y mimoso de igualforma, me gusta como lo estas haciendo, y mi deseo es tambien complacerte, y ser complacido ambos de igual manera.

Cuando sintio liberadas sus manos fueron direntamente hasta la cabeza del mayor para enredar allí sus dedos con el cabello del mayor, aquellos pequeños besos le estaba excitando, pero al sentirlo llegar a sus pezones y empezo a seducirlos, tan solo pudo mover sus piernas un poco por la intensa excitacion que le estaba provocando, sin mas solto un pequeño jadeo. Le empujo un poco tan solo para separarle de su cuerpo y poder ver a los ojos.

Entonces si vas a satisfacer mi deseo, torturame un poco mas que yo hare lo mismo a su debido tiempo.

Hizo crecer su una del dedo indice, y asi de afilada rasgo la camisa del contrario, botando cada uno de los botones y en el ultimo boton, rasga un poco de aquella piel que en instantes cerraba sin dejar marca alguna.

Quien dice que los vampiros no respiran esta parcialmente en lo cierto y parcialmente equivocado. El rasguño en su abdomen le hizo sisear aire a través de los dientes mientras observó los pequeños botones nacarados caer sobre la colcha sin hacer ningún ruido y varios rodar y botar hasta el suelo hasta perderse por algún rincón del dormitorio

Él tampoco echaría de menos su camisa

"He obtenido tu permiso. Prometo concederte una tortura placentera" dejó un mordisco en su pecho, dos dimunutos agujeros que se cerraron con la magia de la sangre, pero las manchas eguían allí, secándose para dejar constancia de donde habían estado segundos antes sus colmillos

Dejando que jalara y acariciara su cabello, al moverse su ropa desgarrada resbalaba hasta caer de sus brazos y acumularse en torno a sus muñecas, ocultando sus movimientos cuando se medioescondió entre los muslos del más joven. Sentiría los pantalones abandonando su piel a merced de unas manos que los resbalaban hasta más allá de las rodillas, un roce de aliento caliente...

Y un aguijonazo de dientes en la piel interna de su muslo, donde ascendía la arteria femoral proporcionando sangre a su pierna pero tambíen a la zona inferior de su vientre y sus genitales. Drenando aquella sensible área sin necesidad de directamente tocarla

Aquel mordisco le excito, jadeando un poco, torturando al contrario de manera auditiva, no había sido doloroso, ve las pequeñas gotas de la sangre que había brotado de su cuerpo, no las limpio, las dejo secar, ver como el mayor le estaba haciendo ¨sufrir¨ le gustaba, era el primer hombre que le tomaría de esa manera fuerte y de cierto modo violenta, le gustaba esa sensacion, ser por primera vez docíl y manejable.
Verle desaparecer entre sus piernas le excito aun mas, sentir los colmillos del mayor en sus muslos, sentir como cada gota de ese liquido estaba siendo extraída de su cuerpo, sus nervios le estaban traicinando, no aguantaría un poco mas, deseba tenerle ya, si que le estaba torturando, su primer impulso fue el de bajar sus manos hasta su sexo.

Aaah!! así... me gusta... te gusta verme sufrir verdad, te gusta tomarte tu tiempo, pero a mi mi tiempo se esta terminando y sabes que deso tenerte dentro.. lo sabes verdad?

"Lo podía notar claramente..." al separarse sus labios enrojecidos de sangre rozaron la excitada hombría de su ´víctima´, degustandola con pequeños besos "pero quería oírtelo decir...me gusta cuando sois tan vocales...pero antes tenemos que preparar este dulce terreno..."

Su lengua tentó el pequeño espacio de piel entre el sexo y las suaves y tersas nalgas dejando un reguero rojizo hasta alcanzar el tembloroso conjuntito de pliegues rosados, forzándolos a abrirse usando la mezcla de saliva y sangre para lubricar la pequeña zona

"Aunque casi no hace falta..." rió con un sonido profundo y gutural introduciendo sus dedos y acariciándolo por dentro "el ansioso gatito nocturno esta húmedo..."

Cuando sus labios volvieron a tocar los encarnados pétalos entreabiertos de la presa en sus brazos algo más grande y caliente que unos dedos tocaron otra celestial entrada, empujando contra ella

Pequeños gemidos entrecostados salian de sus labios, podía sentir la humedad de las zonas que el mayor estaba tocando, su sexo estaba despertando en cada roce, lo que hacía que tambien moviese las caderas, después sintío como auqellos dedos jugueteaban en su entrada hasta que ya no fue jugueteo, le tenía dentro, no sabia si eran dos o tres, pero sus dedos eran grandes y tocaban zonas sensibles, haciendole liberar sonidos graves de su boca, y arquear su espalda.

Este gatito desea mas que un par de dedos dentro, desea ver como su tigre le hara gemir mas de placer, y como lo tomara después, este gatito solo espera su recompensa, quiere que le den su rica leche tibia.

Sus labios fueron sellados por los contrarios, la hombría del mayor estaba acomodandose en su interior, sus brazos abrazaron la cintura del mayor acercandola mas y terminara completamente dentro.

Aaaah!! ...Se encontraba agitado, sentía como su respiracion era un poco forzada, pero le gustaba, Nicolai era grande, no era como los que había tenido entre sus piernas, el era diferente, su sexo le llenaba por completo. Eres grande... me gusta, hasme gritar...complaceme...Sus piernas abrazaron la cintura del mayor para tenerlo mas tiempo así, y el que empezaba a mover la cadera era Allen.

Le sostuvo las caderas, aconmpasándolas, sin inmovilizarlas, pero solo dejó que llevaran el ritmo por unos momentos, mientras se acostumbró a aquel interior que se sentía como dulce crema derretida. Su boca tan solo había probado postres humanos en un par de ocasiones, pero juzgando de las expresiones de encontrarse en el mismo Paraíso de algunos seres vivos que los comían, podía imaginar que aquello multiplicaba aquel placer

No le permitió respiro, sus caderas cobraron vida propia y se movieron con algo de violencia, sujetándole entre sus brazos, mordiendo y succionando el pequeño espacio entre su oreja y el cuello, soplando en la piel humedecida

"Hmmm...estoy tentado de hacer esperar al gatito por su recompensa...quiero escuchar sus maullidos suplicando..." le provecó, rasgando suave con sus uñas en sus costados y su cintura. La botella se había derramado y al tocar los leves arañazos Allen debía sentir un ligero escozor del liquido alcoholico en las pequeñas heridas rojizas

Los movimientos de cadera del mayor empezaron fuertes, aquellas arremetidas le excitaban, le estaba dando lo que deseaba, sexo fuerte algo que no había tenido, ya que siempre eran demaciado considerados con el, tratandolo de manera suave como si se tratara de una princesa, pero Nicolai estaba dando justo como el deseaba. Se aferro con fuerza a la espalda del mayor, rasguñando tambien la piel dejndo marcas las cuales en instantes sanaban. Podía dejar libres aquellos sonidos de excitacion, jadeando placenteramente.
Las pequeñas heridas en su propia piel ardian un poco mas debido a que se había derramado la botella de Champagne en la cama, rozando su piel.

aaah!! mmm Nicolai... miau... este gatito quiere su recompensa, no le hagas esperar mucho, aah!!.. asi mi feroz tigre... sigue llenando a este pequeño gatito de ti.


Se había acostumbrado ya a los movimientos salvajes del mayor, su sexo estaba ya erguido, dejando escapar un poco de liquido preseminal, si seguía mas con esa excitacion en poco podría correrse.

Jugó con su uña en el pequeño orificio de su sexo, apartando la piel que lo cubría y extendiendo el liquido semitransparente, llevandoselo a los labios y mezclandolo con la sangre de su lengua cortada, en la que había clavado los colmillos al sentir filos hundirse en su espalda. Los gatitos eran más pequeños que los tigres pero seguían teniendo puntiagudas garras

Le lamió las heridas ayudándolas a curar con el efecto combinado de la magia de dos herencias vampíricas. Sus movimientos eran bruscos y después más lentos y sensuales, levantando sus piernas, buscando entrar en lo más profundo de su cuerpo. Como si estuviera controlado por dos personalidades, una que dominaba la parte más primaria de su cerebro y que se concentraba en la mitad inferior de su ser, penetraba con fuerza, poseyendo, marcando con violencia. Y una más dulce y afectuosa en sus labios y sus manos, acariciando y haciendo el amor con ellos, tocándole con delicadeza entre las piernas, mimando su virilidad mientras la suya se expresaba dura y podría decirse más cruelmente en las estrechas y perfectas paredes internas

"Hmmm...y el gatito va a caer presa de un tigre peligroso...ven, pequeño minino, hazme saber cuanto disfrutas siendo devorado..." un beso asfixiante, tragando sus sonidos, boca a boca, uniendolos a los suyos. Un profundo ronroneo de gigantesco y lustroso felino y una mirada de fuego en la forma almendrada de los ojos dorados. Un hambre voraz se veía reflejada en ellos, prometiendo que lo cenaría como appetizer , plato principal y postre antes de que la noche acabara

Ayuda un poco mas al mayor a que le penetrace, mientras le levantaba las piernas Allen se las abria un poco mas, sintiendo la fricción del ir y venir del sexo del mayor, haciendole gemir placenteramente, sus manos ahora se aferraban a los fuertes hombros contrarios, sus caderas se mecian en un compaz en conjunto con las de Nicolai, esa fuerza a la que estaba siendo sometido le gustaba, se sentía atrapado, como un pequeño minino. Le iba a decir algo, pero fue callado con aquel beso que a decir verdad le robo completamente el aliento.

tan solo se oian los gemidos deborados por el magnifico tigre, mientras podía sentir como aquellas manos grandes le complacian de manera diferente, suave y delicada al resto de su cuerpo, sientiendo un agradable calor en el, Nicolai un vampiro del cual sin mas le estaba robando toda su atencion y no solo eso le robaba todo su ser en esa noche.

Sus labios por fin soltaron los ajenos, necesitaba un poco ¨de respiro¨, abre los ojos y podía ver en los contrarios esa hambre, el deseo de comer su cuerpo como el lo deseaba, y le dejaría hacer con su cuerpo lo que el quisiera, estaba sumido en un trance que el mayor le había provocado, en ese momento sería casi su esclavo.

aaaah!! deborame... dejame sentir tu deseo, quiero ser tu deseo, disfrutame esta noche que de igual manera te disfrutare, dejame oirte gemir de placer mientras me torturas.

"Entonces no podrás tocarme, beldad...quiero oírte pedir porque te permita pasear esos blancos dedos por mi cuerpo, haciéndome desear quemarme con tu tacto..."

Rozó su cuello con un beso dulce, su palma oprimió la piel en su cintura y ascendió cosquilleandole el torax y se desvió hacia el cubo de metal donde la botella había conservado su temperatura. Unos bellos listones blancos se ataban en el asa redonda, con habilidad los soltó y deslizandolos con un siseo de seda por entre las sábanas amarró juntas las muñecas del joven vampiro con una de ellas

Devoró su pecho, mordiendo justo encima de su corazón, distrayendolo mientras el liston gemelo acariciaba sus contornos que se retorcían debajo de su cuerpo, haciendo al mayor imaginar que eran los fugaces y ligeros velos que envolvían las curvas perladas de sudor de una bailarina en el momento cumbre de una erótica danza creada para complacer a su señor, mientras sus caderas intensificaban su propio baile antes de detener su perversa coreografía

Una presión entre tersos muslos y el trozo de tela se enredó en el excitado miembro de su precioso sumiso

"Shhh...te prometo que te gustará...haré que el dolor compense..."

Se dejo llevar por aquel encanto, estaba completamente hipnotizado, tanto deseo y lujuria juntos, estaba lleno de placer, deseaba tanto al hombre que tenìa sobre el, que dejarìa que le hiciera lo que el quisiera, y asi fue, cuando se dio cuenta sus manos estaban unidas con el fino liston que llevaba la hielera de acero que mantenìa frio el champagne.
Dejó sus manos sobre su cabeza observando cada movimiento del contrario, al ver como aquellos labios empezaban a comerse literalmente su pecho, pero tambien sentìa un cosquilleo en su parte baja, pero aun manteniendo aquel ritmo acompasado de ambas caderas, un grito de placer y dolor se apodero de los labios de Allen, su miembro habìa sido atado por la base, Nicolai no dejarìa que se viniese cualdo el quisiera, sino a su complacencia.

Tendras que complacerme muy bien, o terminare haciendo cosas que ni yo mismo podrìa saber que puedo hacer y sera sobre tu cuerpo.

Sonrie maliosamente esa sonrisa que delataba lujuria y de que sabìa que lo harìa sino le coplacia como el habìa dicho.

"Te complaceré hasta que no puedas batir ni una pestaña...pero cuando recuperes la movilidad después, promete que me harás esas cosas que ni tu sabes que eres capaz de hacer..."

Conteniendo en su misma garganta un gemido de protesta dejó de moverse, le besó un párpado manteniendolo cerrado con un beso, para notar en los labios el movimiento del globo ocular debajo de la fina y tersa piel. Un resbaladizo cubito de hielo aferraron sus dedos y deslizó el agua congelada por las tetillas y los pezones, dejando que una parte del mismo se derritiera y las gotas frias se deslizaran hasta mojar las sábanas revueltas

Bajandolo por el vientre y entre la fina linea de las nalgas y lo empujó contra la tibia entrada. Ahogó un suave siseo de dolor mientras la frialdad del pequeño bloquecito se deshacía en la calidez compartida de su miembro y la invadida abertura

Es una promesa, te hare cosas que tal vez no te hayan hecho y si es lo contrario, voy hacertelo 100 veces mejor. Es algo que puedo prometerte, y no importa que tan cansado este, te complacere al maximo.

Aun sentía la invación de aquel miembro en su interior, moviendose un poco mas y despues deteniendo aquel ritmo fuerte, aquel beso en su parpado le impedía ver mas de lo que veía con su otro ojo, hasta que sintio correr el frio del hielo, sus pezones se pusieron un tanto rojos, y le excitaban mas, podía sentir como el agua fria recorria su piel hasta perderse en las abanas, poco a poco fue gimiendo cuando aquel hielo recorria su cuerpo hasta su entrada, Nicolai lo introducía poco a poco en el aun sin salir de su cuerpo, gimio con mas fuerza sentía como el hielo se derretia en su interior, mojandolo mas y enfriando un poco su interior.

Me gusta... no me meteras otro? o no quieres saber que tan frio puedo tener mi interior?

"Pero quiero averiguarlo por las dos entradas a tu cuerpo..."

Aunque sentía el frio, por dentro su sangre estaba hirviendo, mientras aquel interior se contraía aprisionándole y los brazos suaves le rodeaban la espalda, como estar envuelto en una aterciopelada manta. Una cuyos pliegues en forma de sedosos labios besaba, con un pequeño cubo deshaciendose en agua entre ellos, empujandolo con su lengua dentro de la más pequeña boca y volviendolo a robar, dejandolo derretirse y compartiendo el beber las gotas

Torturó los pequeños pezones, pellizcandolos para devolverles sensibilidad y a la par más enrojecidos y sensibles. Nuevamente lo penetró con fuerza, pero otro trocito de hielo había empujado en el interior y cada embestida lo iba introduciendo cada vez más. Notaba la punta y parte de su propio miembro aguijoneado por el frio, era diferente a como lo sentiría una persona, pues los vampiros no se veian afectados de la misma forma por los cambios de temperatura

Pero eran conscientes de ellas y la combinación de frio, calor y presión lo hacía estremecer de una forma deliciosa. Mientras lo besaba podría sentir su sonrisa, que perverso y juguetón gatito había encontrado

Sus labios fueron apricionados de ueva cuenta por aquellos carnosos labios, pero entre ellos un cubo de hielo que empezaba a derretirse, podía sentir la lengua del mayor jugar en su interior y al mismo tiempo como bebeia de aquella agua fria que poco a poco se sentibiaba por el calor de ambos.
Sus pezones estaban mas endurecidos, ya podía sentir como la manipulacion de aquellos dedos le regresaban la sencibilidad, una mueca placentera aparecio en su rostro, jadeó pero aquel ruido fue deborado por la boca del contrario, aquella ebestida llevaba algo mas que fuerza, un cubo de hielo estaba dentro, uno mas grande, podía sentirlo en suinterior, posteriormente mas y mas embestidas lo introducian mas, sintiendo como aquel cubo frio se empezaba a derretir saliendo de su interior agua fresca, mojando las finas sabanas. Solto los labios del mayor en un reflejo de tomar aire.

aaaah!! me lo haces rico... dime que mas quieres que haga... te complacere...complaceme hasme tuyo esta noche, una noche que sea dificil de olvidar.
Apenas podía hablar por lo excitado que estaba, pero de igual forma lleno de lujuria, pasaba su lengua al rededor de sus labios y sus manos aun que estuvieran sujetas las podía mover, bajando lenta mente a su propio sexo.

"Si te tocas teniendo esta delicia..." le cosquilleó la vena de su miembro amarrado por la pequeña cinta "te dolerá por el deseo de correrte..."

Sujetándole las caderas lo giró dejándole encima de sus piernas, montandole a horcajadas. De un suave tirón con los dientes deshizo el nudo en sus muñecas pero para envolverlo alrededor de sus ojos

"¿Qué quiero que hagas?...adivina..." susurró a su oído atrayendo las pequeñas manos a su propio pecho "tócame...averigua por mi voz, por mis jadeos, dónde y de qué forma me agrada ser acariciado...si tu me complaces ahora, soltaré esa cinta y te poseeré hasta que no puedas cerrar los ojos sin creer que es de noche..." le lamió los labios antes de acomodarse con una curva de sonrisa en los labios que no podría ver "por la cantidad de estrellas que aparezcan..."

Jadeó de nueva cuenta al sentir aquella caricia en su sexo, le estaba volviendo loco, le torturaba de manera salvaje, una dulce tortura que aguantaría hasta escucharlo jadear. Un hombre que le estaba dejando ver su suerte, un hombre el cual le estaba haciendo cosas que siempre se imagino que le hicieran y otras mas que no lo pensaría.
Cuando se dio cuenta estaba encima del mayor, sus amnos por fin eran libres, pero sus ojos habían sido cubiertos por la misma sinta, se estremecio al sentir sus labios cerca de su oreja, rozando su mejilla con la contraria, era suave.

Entonces dejame tocarte, quiero saber que parte te vuelve loco, sentir con mi piel tu piel reizada por el contacto de mis manos.

Se inclino sobre nicolai, lo primero que acaricio y no presisamente con las manos sino con la lengua fue su oreja, pasando su lengua al rededor y metiendola un poco, mientras sus manos estaban sobre el pecho del contrario acariciando suavemente sus pezones, hacerlos excitarse y ponerlos duros, su lengua paso de su oreja al cuello, lamiendo,dejando un rastro de saliba en su recoorrido, teniendo deseos de morderlo, pero aguantando un poco, deseaba morder otro punto, mientras estaba inclinado, aun a orcajadas, su sexo rozaba el del mayor haciendole excitarse el mismo, teniendo la sensacion de correrse, pero aquel nudo lo impedía, y solo jadeaba mientras seguia su recorrido cn la lengua hasta su pecho, donde empezo a lamer al rededor de su pezon de manera circular hasta llegar a la punta donde beso y despues mordio apenas y chuparlos primero de manera suave y despues un poco mas fuerte hasta dejarlo duro.