Patrullando (Nikolai)

"Te creo...por eso es tan necesario prepararte...la eternidad es hermosa junto a la persona que amas, pero puede volverse insoportable cuando tengas que cazar...que ver morir a las personas a las que ofrezcas algun sentimiento...incluso la amistad o el compañerismo es doloroso...no solo sera estar conmigo, es lo que tu puedas llegar a ser..."

Se incorporó y lo empujó suevemente hasta quedar sobre él en el suelo. Lo besó suave, casto, necesitando afirmarse que no era lujuria lo que sentía. Con sus hermanos de sangre era deseo y algo más, la certeza de compartir un destino comun. ¿Pero cuantos vampiros terminaban juntos al final de sus vidas habiendo permanecido al lado de uno solo?...la eternidad tambien era mucho tiempo para el amor, que podia enfriarse y terminar...otra razón por la que se había alejado...

"Quiero intentarlo..." susurró finalmente para después separarse "si te deseo demasiado, la lujuria hablará por mi"

-Yo también quiero intentarlo... contigo siento que todo es posible, que todo irá bien...-le dijo con una suave sonrisa. Se sentía bien estando debajo de él-. Nadie me ha deseado nunca a nivel íntimo... Yo no despierto precisamente la lujuria... -se sonrojó intensamente. Era virgen precisamente porque nadie se había fijado en él-. Yo no soy bello Nikolai... es algo que ya tengo asumido. Hay otros muchachos que pueden ser mil veces más hermosos que yo... Nunca me podría comparar con ellos...-susurró elevando una mano para acariciar el rostro del vampiro con cariño.

"Yo creo que lo eres...pero no deseo ver explotar esos encantos porque alguien más se fijara en ti..." a sus labios asomó una sonrisa dulce y afectuosa, que se mantuvo mientras seguía besándolo

"Eres hermoso...y la belleza se multiplica con el carácter..." sus ojos se volvieron melancólicos y tristes "mirame a mi...dices que soy atractivo...todos los vampiros lo somos...rasgos difrentes, pero todos inmaculados...pero en esa perfección hay cualidades aterradoras...puede haber personalidades volubles, maliciosas o caprichosas...nadie tolera por mucho tiempo un arranque de ira o de celos como los que pueden atacarnos y mucho menos si existe la eternidad para ser testigos de ellos...y se doble el efecto cuando vives y estas con alguien igual a ti..."

-Yo siempre he deseado a alguien que se volcase en mí... que tuviese celos de las personas que se me acercasen con malas intenciones...-le sonrió con amor-. Soy de los que piensan que los celos son la muestra más evidente de que alguien nos importa de verdad... de que queremos protegerle, mimarle... hacerle feliz...-elevó los brazos y los pasó por su espalda, para pegar más el cuerpo de Nikolai al propio, sentir esos músculos duros y fríos... esa sensación totalmente nueva para él-. Tú eres hermoso, tanto por fuera como por dentro... puede que ante algunos hayas demostrado ser frío, manipulador... un ser horrible... Pero conmigo estás siento todo ternura y afecto... es algo que no puedo ignorar, algo que hace que me sienta más especial cuando estoy contigo... Hay quienes no pueden soportar una eternidad con alguien... yo sé que quiero una eternidad a tu lado, y no perder un sólo segundo de tu existencia... Quiero ser quien haga que conozcas el amor, la dicha...

Sacudió su cabeza, pensando en el tema de los celosos patológicos. El no era especialmente celoso, pero también era porque no habia tenido a nadie a quien celar. Había visto muchas escenas de celos a lo largo de los años, algunas habian sido terribles y lo peor de todo de consecuencias mortales

"Si cuando seas vampiro quieres seguir conmigo, te celare cuanto quieras..." se puso en pie y lo levantó en brazos "vamos, quiero caminar contigo...antes de que llege el amanecer...quiero aprovechar todos los minutos antes de que el sol me oblige a retirarme a un escondite..."

Asintió y se puso en pie, aferrándose a su brazo. Lo miró tímido, no sabía si iba a dejarle que caminasen así... pegados... Pero era lo que más deseaba, estar siempre pegado a su cuerpo... un cuerpo junto al cual se sentía protegido y seguro.

-¿Pu... puedo... caminar contigo así...?-preguntó volviendo a sonrojarse-. Yo también quiero aprovechar cada momento contigo... Quizás podrías venir a mi casa cuando vaya a amanecer... yo podría estar contigo... cuidarte mientras duermes indefenso...-le dijo con una sonrisa.

Lo estrechó acercandole contra él, apoyando su barbilla en su cabeza. Podría sentirle como asentía, confiaba en él, era una demostración de su confianza, pues cuando dormía estaba indefenso y era presa fácil, pero puesto que creia en el y sus sentimientos estaba seguro de que no corria peligro quedandose con él

"Si estas tu solo...practicamente pierdo la conciencia cuando duermo...si algo sucediera apenas podría serte de ninguna ayuda..."

-Vivo solo. Mi padre está en el edificio común de los cazadores de aquí... Pero yo prefiero más privacidad. Nadie te molestará, y yo te protegeré si te pasa algo... No te preocupes por mí...-se apoyó algo más en él, al notar que Nikolai lo había pegado más a su cuerpo. Se sentía bien a su lado... como si por fin su vida tuviese algún sentido después de tanto tiempo. Siguió caminando con él.

"Entonces tú me guias hasta alli..." apoyando el rostro en su cabeza, aspiró el aroma de sus cabellos y hundió sus mejilas en los mechones rubio "pronto podré encontrarte...distinguir tu olor y tu presencia de entre múltiples personas..."

Cuando bebía una parte de ese ser humano quedaba en él y por un tiempo podía sentirlo, pero aquella conexión falta de cercanía acababa desapareciendo, por ello rara vez volvía a ver a aquellas personas. Distinguía miles de aromas humanos, pero no seguía una sola pista. Entre los suyos era diferente pues confluian muchos factores que facilitaban identificarse unos a otros

-Eso espero... porque pienso dejar que bebas de mí siempre que lo necesites...-le dije suavemente, sintiendo su cercanía con auténtico cariño-. Y cuando amanezca... estando en mi casa, yo velaré tu sueño... te acariciaré el rostro y te mimaré mientras tú estás tranquilo y relajado por fin...-le cogí la mano y entrelacé nuestros dedos con cariño.

"Entonces lo sentiré...cuando estoy dormido soy sensible cuando me tocan o estan cerca de mi, pero no puedo despertar..."

Apretó sus dedos, para grabarse la sensación de sus manos encajando una con otra ahora que aún podía moverlas y no estaban rígidas y quietas por el pesado sueño diurno. Sus sentidos igualmente estaban alerta por cualquier presencia, humana o no, que anduviera cerca

"Quiero saber más de ti...por ahora solo sé que eres italiano, cazador..." rozó su cuello en un beso "y que sabes delicioso..."

Aunque podía captar como todos los vampiros algunos pensamientos superficiales, hurgar en las mentes ajenas no era de su gusto, a menos que una situación de peligro lo hiciera necesario. Y nunca invadiría la cabeza de alguien querido sin su permiso

-Bueno, tampoco hay mucho más que contar aparte de eso... Como te he dicho vivo solo en un piso, no tengo hermanos... ni tampoco me gusta tener amigos. No quiero poner en peligro a la gente a la que cojo cariño con mi trabajo...-le dijo con una enorme sonrisa-. También conoces mi enfermedad, la hemofilia... Seguramente te parezca un problema, pero yo ya me he acostumbrado a lidiar con ella día a día...-mientras iba hablando con él, notaba que con ello se iba desahogando y quitándose un peso de encima. Nunca había hablado con nadie sobre sí mismo, sobre sus miedos y sus deseos... y por fin había encontrado al ser con el que podía hacerlo libremente.

"Yo tenía una hermana..." dijo correspondiendo a la historia con un fragmento de adelanto de la suya, ya que explicarla toda llevaría mucho tiempo a causa de los años que tenia "naci hace 600 años en Rusia, era el mayor de los dos. Ella, Waleska era la favorita de nuestro padre y yo lo era de nuestra madre, asi que en realidad ninguno se sentia desplazado...a mi me gustaba viajar, asi conocí a la persona inportante para mi y estuve cerca de ella hasta que murió..."

Le abrazó, como tratando de mitigar un dolor del pasado con la cercania viva y real de aquel momento

"Mi familia murió durante la Revolución Rusa...nadie sabía que eran vampiros o al menos eso creo...lo mas probable es que los creyeran revolucionarios y los persiguieran..."

-Lo siento mucho Nikolai...-susurré, pensando en lo duro que debía de haber sido para él ver como la persona a la que quería moría... y además viendo fallecer también a su familia. Debía de haberse sentido increíblemente solo y hecho polvo. Le apretó un poco más fuertemente la mano. Quería demostrarle que estaba ahí, que él no iba a marcharse como habían hecho otros... y que podía contar con su apoyo para lo que fuese-. Ahora debes vivir en el presente... Yo intentaré curar todas esas heridas que han mellado tu pobre corazón... Porque ahora, después de todo lo que ha pasado y me has dicho... sé que lo tienes...

"Casi no lo siento...cuando estoy cerca de ellos, de los otros vampiros, de los humanos, lo vuelvo a notar pero me pregunto por cuanto tiempo y vuelvo a alejarme...por eso los daños nunca cierran del todo..."

Se detuvo unos momentos, apoyandose contra una de las paredes laterales al exterior de la plaza, ya caminando por las oscuras y silenciosas calles romanas y lo abrazo contra el

"Vas a tener que poseer una paciencia infinita...dejar un pasado de 600 años por el presente puede llevar tiempo...pero desde hace muchos años siento que realmente quiero dejar todo eso atrás, solo en los recuerdos, donde pertenece y no dejar que afecte a la vida que sigo ahora"

-He tenido paciencia para esperar a que vinieses... Ya antes de nacer yo estaba destinado a encontrarte, a salvarte de la oscuridad en la que te ves sumido día a día... De esa amarga tristeza que nubla tu rostro cada vez que tocas tu fría piel...-me pegué más a él, como si temiese que de un momento a otro fuese a salir corriendo de allí dejándome sólo-. Yo sólo sé que he nacido para pertenecerte... para amarte... y que no me arrepiento de lo que el destino me ha deparado. Eres el ser más maravilloso que he conocido, de los pocos vampiros que teniendo un cazador a su merced lo dejan con vida y lo curan...-le besé el mentón-. Voy a estar contigo para siempre... porque es lo que mi corazón me pide que haga.

"El destino..." repitió y sonrió agachándose para responder al beso con otro en los labios. Su creencia en él estaba dividida. Por un lado tantas experiencias, muertes, alegrías, conocimiento de años le hacian dudar de el pero por otro lado su propia existencia la sentía ligada al destino, puesto que cuando no mueres solo te queda ese fin, estar abocado a algo y parecía que habia llegado ese momento elegido

"Creo que tengo más fe en el destino..." entrecerró los ojos y suspiró. Parpadeó varias veces, levantando la mirada al cielo. Su cuerpo se estremecia al sentir las horas pasadas hasta el amanecer

-Yo siempre he estado seguro de que tenemos un camino trazado, aunque podamos elegir si queremos desviarnos de él o no... Somos imprevisibles para cualquiera, pero si es cierto que tiene que haber un trayecto que nos lleve a descrubrirnos a nosotros mismos al final... y creo que yo no me he equivocado de ruta estando contigo aquí y ahora...-le susurré con cariño, acariciándole suavemente la palma de la mano con el pulgar.

Apreto sus dedos en torno a la caricia, igual que un niño busca la cercanía de sus padres. El no era un pequeño y tampoco sentía a Valerio como una madre o un padre, pero si notaba en su interior la misma intensa necesidad de sentirse amado que sienten los niños, que saben que nunca seran abandonados y tendran esa figura a su lado

Sus ojos de a poco se cerraron y se apretó contra él y al momento volvía a abrirlos, intentando vencer el relax que se apoderaba de el al contacto y el calor. Si se relajaba demasiado el sol le alcanzaría antes de que pudiera encontrar refugio

"Vamos..." tiró suavemente de él y sonrió "si me quedo dormido por la cercanía del amanecer, no podrás arrastrarme hasta un lugar oscuro"

Asintió y se dejo llevar por él. Aunque claro... fue el propio Valerio quien tuvo que guiarlo por las calles hasta llegar a su piso. No tardaron muchos, ni Nikolai quería que el sol lo alcanzase ni Valerio perderlo. Subieron las escaleras del bloque de pisos, y una vez dentro del suyo, el rubio se apresuró a cerrar todas las ventanas y a cubrir todo espacio por el que pudiese entrar luz de sol.

Finalmente regresó junto al vampiro, con una enorme sonrisa.

-Puedo llevarte al dormitorio si quieres-le sonrió y le apartó un mechón de cabello del rostro.