Cien gotas de sangre

(Autoconclusivo)

Levantó la vista hacia la gigantesca cúpula, la obra creada por Miguel Ángel cientos de años atrás. Recordaba cuando había sido pintada, como los primeros que la contemplaron la habían considerado una obra emanada directamente de los propios dedos de Dios

Pero no era en su divina gracia donde pronto dormirían aquellos vampiros. Dejó escapar un ahogado suspiro ¿cómo los más ancianos podían tener inquina hacia sus propios congéneres?...¿acusandolos de decadencia, lujuria y corrupción?...¿y por qué las primeras víctimas debían ser jóvenes neófitos?...

Elevó el pequeño vial conteniendo un líquido de color rojo oscuro. La sangre de los 100 desafortunados que habían sido elegidos como ´sacrificios´. Destapó el frasco dejando que la esencia de la sangre llenara la gigantesca estancia, que pareció empequeñecer, tal como si estuviera espantada por el horror próximo a suceder. Como si nunca hubiera estado allí la figura despareció en un revoleo de rojas aules y negras dejando únicamente tras de si el olor a sangre de los condenados

Por suerte nadie más que él y aquellos ancianos sabía de aquella traición contra los suyos.